Los jugadores del sector pick-ups tienen aún hoy dificultades para explicar con precisión lo inverosímil de la ecuación 2016: en un año de recesión económica y caída del salario real, en el que la producción y la exportación de vehículos fueron para abajo, aumentó un 10% la cantidad de patentamientos de los cero kilómetro en general y voló la venta de comerciales livianos en particular. Y el fenómeno continuó en el primer bimestre de 2017.
¿Cuál fue el vehículo más vendido en todo 2016? La Toyota Hilux, una pick-up que cuesta, en promedio, unos 750.000 pesos. Algo muy pocas veces visto, insisten, en la cima del ranking anual automotor.
En 2016, de cada diez vehículos patentados, uno fue una camioneta pick-up. En esos 12 meses, se volcaron a la calle unas 78.000 unidades nuevas. El número fue muy positivo: mejoró el récord de 2013 y, si se le agregan los modelos nuevos o de menor tamaño como Fiat Toro o Renault Duster Oroch, el acumulado supera las 90.000 nuevas patentes, más de 20.000 adicionales a 2015.En febrero pasado, la Toyota Hilux fue el segundo vehículo más vendido en la Argentina, detrás del Gol. La Volkswagen Amarok y la Ford Ranger estuvieron en el top 15. Más atrás aparecen la Chevrolet S-10 y Toro.
La dinámica del mercado se respalda en la reactivación del campo, principalmente, y de la minería, después. “Estos sectores son altos usuarios de vehículos de trabajo”, explica Daniel Afione, gerente general de asuntos corporativos de Toyota. “Además del crecimiento propio del negocio y la renovación de la flota, esos sectores ya traían postergada una necesidad previa de recambio. Son factores fundamentales que dispararon las ventas de pick-ups”, añade. En ese sentido, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario calcula que al menos una de cada dos compras de pick-ups fue concretada por una persona física vinculada al agro.
Desde su fábrica en Zárate, Toyota mostró un desempeño superlativo en 2016: colocó unas 31.964 unidades en el mercado doméstico, un incremento de 15,8% respecto de 2015. Dentro de la gama de pick-ups de mayor tamaño, la marca lidera el segmento desde hace años. Muestra cerca de un 40% de participación de mercado, seguido en el podio por una competencia muy pareja entre Ranger y Amarok, cada uno con entre 20 y 25% del mercado. El año pasado, Toyota se despegó aún más de sus rivales: los patentamientos de Hilux se dieron en un contexto en el que Ford se mantuvo virtualmente estable y Volkswagen mostró una leve caída. La diferencia, explican desde la Asociación de Concesionarios (Acara) está en el desempeño en el interior del país.
“El tema aquí no es tener sólo el vehículo con más potencia, el más barato o el más lindo, sino la conclusión de toda una cadena de valor alrededor del producto Hilux”, señala Afione. Y enumera: “Venta y posventa, uso para el cliente, satisfacción general, valor de reventa. Son una serie de elementos no casual es que en su conjunto fundamentan el crecimiento en el mercado argentino. No se venden 32.000 unidades del cielo”.
Afione deja entrever que la empresa japonesa está conforme con su cuota en el mercado argentino. De aquí en más, explica, el foco está en aumentar la producción para abastecer al resto de América Latina. Cerca de un 70% se destina al exterior. Por lo pronto, la casa parecería estar bajo resguardo: según precisa, el índice de recompra aquí es de cerca del 90% para la Hilux.
Ford, mientras tanto, introdujo la nueva Ranger en el último abril y mantuvo el rendimiento alcanzado en 2015: se patentaron 18.300 vehículos. Desplazó a la Amarok por apenas 105 unidades y cerró 2016 como la segunda pick-up más elegida en la Argentina. Desde la compañía destacan las prestaciones de seguridad del vehículo ya desde los modelos de entrada al mercado.
Según Sebastián Touron, gerente de marketing de Ford, la evolución significativa en el segmento de pick- ups se debe a una demanda con estímulos adicionales: más allá del histórico uso como herramienta de trabajo, se han agregado clientes que las buscan para recreación o bien una combinación de ambos. ¿Cómo responde la oferta? Con mayor confort. En línea con ese mix, Fiat presentó en 2016 su modelo Toro, que se fabrica en Brasil. Toro tiene un fin free-style asociado a vida de playa. Para el mercado local, en cambio, se la busca posicionar en una función dual: tanto trabajo rural como uso urbano.
Según Carolina Méndez, manager de ventas y marketing de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), combina el tamaño de una pick-up liviana con la capacidad de carga de una de mayor tamaño. Objetivo empresarial: vender aproximadamente unas 1.200 unidades mensuales en 2017.
El economista Dante Sica, de la consultora Abeceb, describe la nueva dinámica del sector automotor tras los cambios económicos introducidos por el gobierno de Mauricio Macri: “Se pasó de un mercado dirigido por la oferta a uno donde empieza a mandar la demanda. En 2015, la gente compraba el auto que había, no el que quería. El último año, con la oferta completa, el mercado empezó a correr”.
De cara al futuro, ¿pueden esperarse nuevos récords para patentamientos de pick-ups? Más allá del notable desempeño en el último período, el liderazgo de una pick-up como el vehículo más vendido del espectro no deja de ser una anomalía. De acuerdo con Ruben Beato, secretario general de Acara, los consumidores de menores ingresos directamente no entraron al mercado del auto en 2016. “Este año, si se estabiliza la economía y crece parejo en los modelos, el primer vehículo debería ser un auto. No creo que las pick-ups puedan llegar a aumentar los niveles en que cerraron 2016. Parece, sinceramente, demasiado alto”, opina.
por David Feliba
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