La polémica decisión de la Corte Suprema de Venezuela de la semana pasada de asumir las funciones del Parlamento, calificada por muchos como "autogolpe" del chavismo, repercutió en toda la región. Y a Francisco, que lleva su DNI argentino a todos lados, no le pasó desapercibido. A las primeras palabras que dirige en público por la grave situación en el país latinoamericano, se le sumaron las duras críticas de la Iglesia local y de L'Osservatore Romano, el medio oficial del Vaticano.
"Sigo con gran atención lo que está ocurriendo en Venezuela y Paraguay. Rezo por aquellas poblaciones, muy queridas para mí, e invito a todos a perseverar sin descanso, evitando cualquier tipo de violencia, en la búsqueda de soluciones políticas", expresó Bergoglio luego del rezo del Ángelus en la Plaza San Pedro. Sin embargo, el medio que depende de él y de la cúpula vaticana tuvo palabras muchas más duras. El texto que publicó L'Osservatore, titulado "caos en Venezuela", es muy crítico sobre la decisión de la Corte Suprema y contra el rol del Presidente venezolano, Nicolás Maduro. "La medida de la Corte Suprema de Justicia... deja al Poder Legislativo en manos del presidente Nicolás Maduro", dice en uno de sus pasajes. Además, el medio cita la "preocupación" que expresó Macri por el tema y su llamado a "recomponer el orden democrático", y también se hace eco de los comunicados del Departamento de Estado de los Estados Unidos y de la Unión Europea.
"La tensión, en el plano interno, es altísima", asegura L'Osservatore y menciona las declaraciones del arzobispo de Mérida, el cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, que dijo que Venezuela quedó "a un paso de la dictadura". Parece que el diario vaticano no se equivoca con el análisis de la situación.El episcopado venezolano fue todavía más firme en sus críticas y distribuyó ayer, durante las misas del domingo, un documento donde coquetea con la idea de la insurección popular. "Es hora de preguntarse muy seria y responsablemente si no son válidas y oportunas la desobediencia civil, las manifestaciones pacíficas, los justos reclamos a los poderes públicos nacionales y las protestas cívicas". La nota tenía el sello de la Conferencia Episcopal y la firma del cardenal Cardozo y el cardenal Jorge Savino, arzobispo de Caracas. Ambos habían difundido el comunicado previamente por las redes sociales. Esta crisis se da luego de un fallido intento del Vaticano para mediar entre la oposición y el chavismo.
Comentarios