Es uno de los hombres más importantes de todo el país. Le sobra dinero, y es una de las máximas autoridades en lo que hace. Su sola presencia inspira respeto, admiración y también algo de temor. Se sabe: Marcos Peña concentra cada vez más poder dentro del Gobierno. Lo que se desconoce es que al lado de él camina alguien cuyo apellido provoca algo muy similar. Es que el hombre que persigue a la sombra del jefe de Gabinete tiene la tarea de continuar con la dinastía del empresario sojero número uno. NOTICIAS revela la desconocida historia de Rosendo Grobocopatel, el hijo de Gustavo y secretario privado de Peña.
Rosendo José, a simple vista, se parece poco a su padre. Tiene 23 años y es el hijo del medio de Gustavo -sus hermanas, Olivia y Margarita, tienen 24 y 19 años-. Es flaco, alto, de ojos bien grandes y muy deportista. Le gusta el fútbol -hincha de Argentinos Juniors, a cuya cancha suele ir- y también el básquet -cada tanto aparece en el estadio del Club Atlético Defensores, de Centeno, Santa Fe-. Sobre todo, es un ferviente militante macrista. Participó activamente en la coordinación de la campaña electoral del 2015 en Córdoba, y apuntó en especial a ganar votos entre los jóvenes. En esas andanzas se cruzó con Pedro “Piter” Robledo, otro cuadro de la cantera amarilla y presidente de la Juventud PRO nacional, con quien mantiene una buena relación. Su buen desempeño dentro del partido de Macri, sumado a los beneficios de un apellido con peso, lo llevó directo al despacho de Peña. Desde el día en que el oficialismo llegó al poder, el hijo de Gustavo acompaña al todopoderoso Peña adonde vaya.
El Rey de la Soja
Los que conocen a Rosendo dicen que, tal como su padre y su abuelo, es un hombre de gustos medidos y le escapa al estereotipo de la aristocracia. A pesar de que “Los Grobo”, la megacompañía de la familia, factura alrededor de 1000 millones de dólares al año (neto) y es la primer productora del país en trigo y la segunda en soja, Rosendo se mueve por la ciudad con una poco pretenciosa moto Honda XR 250. También le interesa el mundo de las ideas: realizó una cursada maratónica en la Universidad Torcuato Di Tella, en la que se recibió en agosto del año pasado como Licenciado en Ciencias Políticas. Es la misma carrera y facultad de la que se egresó Peña.
Dentro del PRO se mueve con soltura. Rosendo es uno de los organizadores del los “picados clase B” del oficialismo: son los que juegan las segundas y terceras líneas del Gobierno, y suelen realizarse en un predio cercano al club River Plate. También suele involucrarse en las charlas de Peña con otros funcionarios, e incluso se lo vio conversando animadamente con el Presidente en más de una ocasión. No repite el mismo modus operandi en todos lados: algunas noches, luego de un largo día, se distrae con el celular mientras su jefe se pasea por las cámaras de la televisión.
Más de un opositor que sabe quién es se pregunta cuánto faltará hasta que salte algún escándalo. La polémica está a la vista: Grobocopatel padre fue, igual que todos los empresarios del campo local, fue uno de los grandes beneficiados con la importante quita de retenciones al sector agropecuario que ordenó el Gobierno en el 2016. Pero, a diferencia del resto de los terratenientes, solo el hijo del “Rey de la Soja” se pasea con uno de los reyes del PRO.
por Carlos Claá, Juan Luis González
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