Quizá el empresario naviero Miguel Doñate lo haya vivido como una revancha. Entre agosto y septiembre, el presidente Mauricio Macri lo había señalado públicamente como el responsable de encarecer las exportaciones e importaciones con sus servicios de practicaje, una suerte de valet parking de los barcos de carga. En octubre un fiscal lo había imputado porque supuestamente retrasa la llegada de buques y les exige sobreprecios.
Doñate había denunciado en 2016 al director de Transporte Fluvial y Marítimo, Gustavo Deleersnyder, por supuesta evasión agravada cuando ejercía como práctico, antes de asumir en el Gobierno en 2015. La Procuraduría de Investigaciones Administrativas imputó a Deleersnyder en diciembre último. El juez Ariel Lijo está recabando pruebas. La AFIP le envió el 24 de octubre a la empresa Lanchas del Este un requerimiento de información sobre Deleersnyder y el 1º de noviembre consultó la causa de Lijo.
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