Nunca se supo por qué Alberto Nisman decidió volver apurado de Europa y anunciar su denuncia contra Cristina Kirchner en plena feria judicial.
En el último contacto que mantuvo con su ex esposa, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, le envió la tapa de NOTICIAS que ya estaba anunciada en la web y horas después llegaría a los kioscos.
Arroyo Salgado, en su ofuscada respuesta, le dijo:
-Está claro que mis prioridades están en otro lugar, para vos lo más importante es la puja de poder y salir en diarios, revistas y tv. Te felicito por haber conseguido lo que querías.
Nisman quiso abrir un paréntesis:
-Ya te lo explicaré personalmente, no podía no hacerlo. Te mandé copia de los pasajes. Volvía en cuatro días y seguía todo igual, vos no lo aceptaste, no quiero hablar más por acá.
La madre de sus hijas cortó:
-Ni yo ni las chicas necesitamos ninguna explicación, ya está todo aclarado, suerte.
El paso del tiempo y la politización del caso hicieron que pasara al olvido ese Nisman ambicioso y exhibicionista descripto en privado por quien tal vez más lo conocía. Medio país lo convirtió en héroe inmaculado.
Tampoco investigó nadie el significado de la frase “no podía no hacerlo”, que por alguna razón no parecía conveniente explicitar por chat. ¿Estaba obligado? ¿Por quién?
Cámara y edición: César Calvo
por Edi Zunino*
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