Suele esquivar las entrevistas y los cruces con la prensa, pero al bajar del avión para recorrer el municipio de Puerto San Julián, Alicia Kirchner no tuvo más alternativa que enfrentar a una periodista que la esperaba en la pista de aterrizaje y la nota no terminó bien.
“No, mirá, vos me estás haciendo preguntas prejuzgando, quizás equivocadamente”, contestó la gobernadora de Santa Cruz a la cronista del canal local UVC Noticias que le preguntó por qué no llegaban al municipio los adelantos de la coparticipación.
Incómoda con las preguntas, Kirchner intentó varias veces dar por terminado el reportaje y hasta le dio un beso a la movilera para despedirse con elegancia. Pero el gesto no alcanzó para suavizar sus respuestas.
El peor momento para la Gobernadora fue la pregunta por el reciente aumento otorgado a los funcionarios provinciales en concepto de desarraigo, una medida que no cayó bien entre los gremios, que vienen reclamando aumentos desde hace meses.
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“A los docentes le damos lo que se puede dar. Me gustaría darle mucho más, no sólo a los docentes sino a los distintos empleados públicos, pero bueno, son los ingresos que tenemos. En cuanto al desarraigo son 33 funcionarios nada más los que lo cobran. Es una muletilla que agarraron algunos de una manera negativa”, respondió Kirchner entre risas. Y se fue.
El aumento del cien por ciento por desarraigo se conoció esta semana, a través del decreto 0752 publicado en el Boletín Oficial. El montó pasó $4500 a $9000, retroactivo al 1 de agosto, para aquellos funcionarios “llamados a cumplir funciones de nivel político en el ámbito del Poder Ejecutivo Provincial que tengan domicilio a una distancia superior a los 200 kilómetros de la sede de sus funciones".
La actualización del monto generó malestar entre los gremios, sobre todo docentes, ya que la última oferta salarial para el sector había sido del 2 por ciento. La provincia vive una situación crítica desde hace meses, con atrasos de pagos, acampes y paros reiterados.
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