Mientras Comodoro Py vive sus días más intensos por la causa de los cuadernos K, hay quienes parecen no inquietarse por ello, a pesar de tener familiares involucrados. Ese parecería ser el caso de Manuel Almaraz, hijastro del ex secretario privado de Néstor y Cristina Kirchner, Héctor Daniel Muñoz, e hijo de Carolina Pochetti, que en los últimos tiempos se ha dedicado a viajar por el exterior y a sacarse selfies en distintos países de Europa.
Muñoz habría sido uno de los engranajes claves en el el traslado de dinero al exterior del ex matrimonio presidencial, según analiza la Justicia. Y a Pochetti se la investiga por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Pero nada de eso parece preocupar a Almaraz, un joven de 24 años, DJ ocasional, que en las redes sociales se dedica a mostrar su idílica vida alrededor del mundo. De hecho, mientras estallaba el escándalo de los cuadernos K, el joven paseaba por las calles de París, se sacaba fotos en el increíble mirador de la iglesia del Sagrado Corazón y hasta retrataba a la majestuosa Torre Eiffel. Su itinerario por Europa continuó por Londres, donde degustó de algunas cervezas y encuentros con amigos, siguió con una visita a Berlín, en donde no se perdió de ver los vestigios del histórico muro y el memorial del Holocausto, para terminar en Ámsterdam, adonde fue a ver una muestra del artista urbano Bansky y anduvo en bicicleta.
Manuel, que toca como DJ en algunos de los boliches más top de la noche porteña, suele compartir en su fan page de Facebook algunas de sus presentaciones con colegas, incluso conocidos, como Manu Desrets, ex novio de Silvina Luna y actual de la modelo uruguaya Vitto Saravia. Pero si de fanatismos se trata, el hijastro de Muñoz se dio el gusto de viajar a Miami, a comienzos de año, con un numeroso grupo de amigos para vivir de cerca el mega evento de música electrónica “Ultra Music Festival”.
Con múltiples tattoos en sus brazos, el joven suele usar gorras y cadenas. Pero nada como unas zapatillas de lujo para completar un look canchero. Así, por ejemplo, se lo puede ver luciendo unas Balenciaga, último modelo “Triple S”, que cuestan 720 euros, es decir, unos 32.900 pesos.
Familia en la mira. En un informe presentado por la Unidad de Información Financiera (UIF) en la causa de los cuadernos, entre los años 2010 y 2015, el ex secretario de los Kirchner habría constituido en el exterior 13 empresas en Miami y una en el estado de Delaware, que funciona como un paraíso fiscal dentro de Estados Unidos. Además, según revelaron los Panamá Papers, Muñoz y su esposa Carolina Pochetti, que en calidad de viuda heredó sus bienes, constituyeron otra sociedad en las Islas Vírgenes Británicas. El fin de estas sociedades habría sido el de adquirir una decena de propiedades en los Estados Unidos, en su mayoría en Miami.
Es por eso que la madre del joven está siendo investigada en otra causa por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de activos, que desde 2016 está a cargo del juez Luis Rodríguez. Tal como cuenta la periodista Mariel Fitz Patrick en una nota en Infobae, esta fue la razón por la que Bonadio le solicitó a Rodriguez que se inhiba por considerar que "las propiedades mencionadas fueron adquiridas por parte de las sociedades en la misma época en que se sucedían las maniobras ilícitas investigadas en estas actuaciones, y ante la falta de capacidad económica que tendrían Héctor Daniel Muñoz y el resto de las personas mencionadas para adquirir semejante cantidad de inmuebles en el exterior y a los valores consignados, resulta evidente que el dinero obtenido como consecuencia de las actividades delictivas aquí investigadas podría haber sido utilizado para la compra de tales propiedades".
Por otro lado, según la misma nota, el magistrado que investiga la causa de los cuadernos, tuvo en cuenta los viajes que el ex secretario privado de los Kirchner realizó a Uruguay dentro del período investigado. Y destacó que en dos oportunidades en 2008, otras dos en 2009 y dos en 2012, sus viajes o regresos a Uruguay se corresponden con salidas del financista Clarens.
Como el ex secretario de Néstor y Cristina Kirchner falleció en el 2016 producto de un cáncer, Bonadío consideró extinguida la acción penal en su contra.
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