Los desplazamientos de Horacio Castagnola de la jefatura de la Dirección General Impositiva (DGI) y de Jaime Mecikovsky del cargo de subdirector de Operaciones Impositivas del Interior ese organismo de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) provocaron polémica no sólo interna sino también de la diputada Elisa Carrió.
"Con Lilita ya está todo OK", comentan en las huestes del jefe de la AFIP, Leandro Cuccioli, que se comunicó por teléfono con ella días después de que la socia de Cambiemos criticara las remociones del pasado día 5.
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"Hay un principio de entendimiento para que todo se reacomode", reconoce Mónica Frade, abogado de Carrió. Pero admite: "Se generaron dudas por la coincidencia temporal por la denuncia de Castagnola contra (Angelo) Calcaterra (primo de Mauricio Macri)".
El 28 de septiembre pasado, el ahora ex jefe de la DGI presentó ante el juez Marcelo Martínez de Giorgi una denuncia contra Calcaterra y sus socios del soterramiento del ferrocarril Sarmiento, incluida Odebrecht, por transferencias de US$ 5 millones a una cuenta de Andorra. En el entorno de Cuccioli dicen que estaban al tanto y que la investigación seguirá, pero otras fuentes de AFIP niegan que Castagnola le hubiese contado.
Ese mismo día, Carrió y Frade denunciaron en la oficina de integridad de la AFIP a 40 empleados sospechados de corrupción K. Cuccioli las citó para el 1º de octubre. En la reunión, la diputada comentó que Castagnola y Mecikovsky recibían poco apoyo en sus indagaciones. El jefe de AFIP adelantó que los desplazaría porque promovía un "cambio generacional", según Frade. Carrió le pidió que esperara a 2019.
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El 5, Macri almorzó con Cuccioli y luego ocurrieron las remociones. Castagnola, jubilado como empleado de carrera, declinó ser asesor. Mecikovsky iba a ir a la Dirección de Seguridad Social, pero Frade cuenta que finalmente dirigiría una nueva área de lucha contra el lavado y la corrupción. Dos jefes, Carlos Bo y Manuel Rodríguez, renunciaron a sus cargos en solidaridad con Castagnola y Mecikovsky, que habían investigado a los K. El nuevo jefe de la DGI, Marcelo Costa, era del mismo equipo.
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