Por estos minutos, Twitter es impiadoso con “Argentum”, el show creado por Ricky Pashkus que se celebra en el Colón. La comparación más recurrente es Showmatch y resulta atinada, porque la mezcla de estilos de música, baile y canto de distintas procedencias y épocas, sobre un fondo enloquecido de imágenes proyectadas, arrojan como producto final algo parecido a la estética de Marcelo Tinelli en su programa de televisión.
¿Es malo lo que vimos? En arte es difícil juzgar, porque siempre se opina a partir de las propias experiencias, que pueden ser limitadas. Lo que sí es seguro, es que un show de esta naturaleza no parece el más apropiado para una cita formal con los principales mandatarios del mundo. Y mucho menos en uno de los teatros de ópera más importantes del planeta.
Por supuesto, como siempre, Mora Godoy estuvo maravillosa. Y fue encantador ver a Julio Bocca volver al escenario que lo vió crecer. La orquesta acompañó la historia en forma ajustada y precisa.
Pero el resto fue agotador. Demasiada información, demasiados estímulos. Chamamé, tango, zamba, carnavalito y hip hop. Fotos turísticas sin interrupción mostrando Argentina como en una publicidad. Efectos de imagen barrocos y excesivos.
¡Que vuelva la Sinfónica!
por Adriana Lorusso
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