Tal como lo anticipó NOTICIAS en la edición de la semana pasada, el presidente chino, Xi Jinping, quería un lugar en la central en la foto de familia de los líderes del G20. Acaban de sacársela y se pudo comprobar que Xi logró su cometido: se puso al lado de Mauricio Macri, que como anfitrión estuvo en el centro de la escena. El otro jefe de Gobierno que escoltó al argentino fue el japonés Shinzo Abe, dado que su país tendrá la presidencia del G20 en 2019.
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Pese a que en el desayuno de esta mañana de Macri con Donald Trump hablaron de "enfrentar la actividad depredadora china", el inquilino de la Casa Rosada intenta mantener una buena relación con el gigante asiático y debe cumplir un rol de mediador entre los países del G20, peleados por el proteccionismo norteamericano. Macri heredó el vínculo con China no sólo del gobierno de Cristina Kirchner sino también de su padre, Franco, que supo cultivar contactos con la cúpula de Beijing en un intento por desplegar negocios chinos en la Argentina.
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Otro que estaba desesperado por un lugar en la primera fila de la foto de familia era el francés Emmanuel Macron, según contó NOTICIAS. Lo consiguió también. A la derecha de Abe estuvo Trump y después se puso Macron. Luego, la británica Theresa May, el sudafricano Cyril Ramaphosa, el turco Recep Tayip Erdogan y el mexicano Enrique Peña Nieto, que llegó tarde a la sesión de fotos. Se trata del último día del mediocre gobierno de Peña Nieto, que mañaña será reemplazado por Andrés Manuel López Obrador, en lo que supone un giro a la izquierda en una región que en general vira a la derecha, más allá de los matices ideológicos que deben establecerse.
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A la izquierda de Xi, también en primera fila lograron posicionarse el ruso Vladimir Putin, que sufrió el plantazo de Trump por la crisis de Ucrania, y el débil líder brasileño, Michel Temer, en retirada tras la victoria electoral del ausente Jair Bolsonaro.
En segunda fila quedaron relegados el canadiense Justin Trudeau, el indio Narendra Modi, el surcoreano Moon Jae-In y, en un extremo, el principe saudita Mohamed bin Salmán, acusado por el asesinato del periodista de su país Jamal Kashoggi en la embajada en Estanbul. Mohamed quedó en la foto bien lejos de Erdogan, que ha develado detalles del crimen, y cerca de Putin, de los pocos que están dispuestos a mantener una reunión bilateral con él en esta cumbre de Buenos Aires.
La que faltó a la foto fue la alemana Angela Merkel. Es que su avión oficial sufrió una avería en plena travesía y debió regresar a su país. Caracterizada por su austeridad, optó por tomar un vuelo de Iberia.
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