El crimen de José Luis Cabezas, el fotógrafo de NOTICIAS asesinado el 25 de enero de 1997 en una cava de Pinamar a causa de su trabajo, marcó a fuego a la Argentina. El macabro homicidio no sólo dejó al descubierto una oscura trama mafiosa que escalaba hasta los sectores más altos del poder de aquel momento, sino que además devino en una presión social sin precedentes. El “No se olviden de Cabezas” fue vox pópuli y la Justicia se hizo eco. En menos de cinco años, el tribunal de Dolores cerró la investigación y condenó a diez de los implicados, con la excepción del instigador del crimen, el empresario Alfredo Yabrán, quien acorralado por la investigación, se había suicidado en 1998.
Herederos. La foto que le costó la vida a Cabezas fue aquella en la que logró retratar la cara de uno de los hombres más influyentes y poderosos de la Argentina. Alfredo Yabrán fue capturado caminando junto a su esposa María Cristina Pérez por las playas de Pinamar. El empresario postal había dicho que sacarle una foto a él era como pegarle un tiro. Lo que siguió fue la ejecución de José Luis. Hoy la viuda de Yabrán ya no se pasea por la costa bonaerense sino que desde hace un tiempo su lugar de residencia es Uruguay. Fue precisamente en el país vecino que un equipo de NOTICIAS la encontró días pasados mientras viajaba en ferry. Pero al contrario que otros años, la viuda de Yabrán no se dirigió a “Tus amores”, la mansión familiar en Punta del Este, sino que prefirió quedarse en Montevideo, en una fastuosa y súper custodiada casa en el exclusivo barrio de Carrasco. Tras la muerte del patriarca, Pérez y sus tres hijos, Pablo, Mariano y Melina, se apuraron para resolver la herencia (que se calcula de entre 400 y 2.000 millones de dólares) y en 2002 se fueron de los directorios de las diversas empresas del emporio para comenzar una nueva vida en Uruguay. Al igual que cuando Yabrán vivía, hicieron del secretismo y hermetismo su estilo de vida.
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Una investigación de este medio en 2017 encontró sus cuentas en redes sociales con nombres de fantasía, sin embargo, luego de la publicación optaron por borrarse también del ciberespacio.
Hoy, en Uruguay también sigue viviendo Mariano, el hijo del medio del matrimonio y el único que siguió el camino empresarial. Según señalan desde Uruguay, el heredero habría cambiado de rubro. Es que luego de estar al frente de una compañía de bienes raíces que realizó importantes obras en toda Sudamérica, Mariano habría vuelto al viejo negocio familiar y ahora estaría a cargo de una empresa postal.
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Pablo, en tanto, optó por una carrera artística bajo el seudónimo “Dj Pilot” pasando música en fiestas de electrónica. NOTICIAS descubrió que este verano hizo uso de la casa familiar junto con amigos. Melina, la preferida de Alfredo, volvió hace un tiempo a vivir a Argentina y se radicó en Nordelta, aunque tampoco forma parte de ningún negocio familiar. En las redes sociales se la puede ver como una fanática de River y del fitness. Incluso tiene una rampa de skate en el patio de su casona.
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