El avión presidencial aterrizó en la III Brigada Aérea de Reconquista en la mañana del jueves. Allí lo esperaban varios intendentes de localidades vecinas para presentarle reclamos por falta de obras y la prensa local para sacarle alguna declaración. No tuvieron suerte: gente de Protocolo de Presidencia les avisó que no habría contacto con Mauricio Macri.
El primer mandatario bajó del avión, se subió a un helicóptero y empezó la recorrida por aire por el norte de Santa Fe, una de las zonas más complicadas por las inundaciones. Volvió a bajar 63 kilómetros al oste, en un pequeño poblado, donde lo esperaban ansiosos algunos productores rurales.
Pero en el parte de prensa que la Casa Rosada envió, cometieron un error: “El encuentro tuvo lugar en el Parador Ayala, en el departamento de Vera”, escribieron. Pero tal “Parador” no existe. En realidad, donde el mandatario había estado fue en la casa de la familia Ayala, en el pueblo de Intiyaco, donde residen 1700 personas.
A la visita del Presidente la recubrió un halo de misterio desde el principio. Nadie en la oficina de prensa de Balcarce 50 tenía confirmado el viaje. En Reconquista, sólo había rumores antes de que el avión presidencial aterrizara y la gente de Protocolo explicó en el lugar que era una "actividad privada” de Macri, por eso no había más información.
En definitiva, Macri estuvo poco tiempo en Santa Fe. Antes del mediodía, emprendió su regreso a Capital Federal. “Estuvo más en el aire que en la tierra”, protestó un vecino que sólo alcanzó a ver el helicóptero que lo transportaba.
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