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COSTUMBRES | 20-03-2019 15:23

La nueva muñeca Barbie se vuelve inclusiva

A 60 años de su nacimiento, sus creadores se aggiornan a los tiempos de #MeToo. ¿Puede ser todavía un modelo para las chicas?

Aunque para muchos la grieta esté entre los que hacen la cama todos los días vs. los que no; aquellos que prefieren a Los Beatles sobre los Rolling Stones o a Marvel sobre DC, la Barbie también trazó una línea donde parte de la humanidad celebra su existencia y la otra, la condena. Sin embargo, el amor es más fuerte y aún con gente en contra y algunas malas decisiones de la compañía, se han vendido más de 2.000 millones de muñecas desde su creación hace ya 60 años.

¿Es Barbie una inocente muñeca de plástico con vestidos de colores o un modelo aspiracional perverso que solo puede generar insatisfacción en niñas de cuerpos reales y bolsillos de clase media? Durante toda su existencia, Barbie sumó fanáticos que compran todos sus productos y detractores que la señalan como un símbolo del patriarcado que está próximo a caer. Sin embargo, en estos tiempos del #MeToo y el #Timesup, Barbie se aggiorna y levanta la bandera del feminismo y la diversidad. O por lo menos eso pretende.

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Variedad. Como parte de los festejos por su 60 aniversario, Mattel, la empresa fundadora de Barbie, lanzó su nueva línea Fashionistas que incluye una Barbie inclusiva en silla de ruedas; una con prótesis; modelos con diversos tipos de cuerpo y pelo, y una de brazos marcados, más robusta, con poco busto y pelo corto que se podría leer como una Barbie de género incierto. La versión en silla de ruedas ya había salido en 1997 y si bien fue una buena idea, se les escaparon un par de detalles, como que la silla no pasaba por la puerta de algunas de las casas de Barbie. La crítica fue dura y años más tarde, se discontinuó. Junto con esta nueva línea de Fashionistas, la marca lanza Sheroes, un homenaje a 19 mujeres, cada una de un país distinto y que tienen entre 19 y 85 años. Entre las elegidas están Yara Shahidi, actriz y activista por la educación de las niñas; la tenista Naomi Osaka; Eleni Antoniadou, la científica griega que trabaja en la NASA; Mariana Costa, una emprendedora peruana que está revolucionando el campo de la tecnología e Iwona Blecharczyk, embajadora de la Fundación Vida de Camioneros.

No es la primera vez que la marca busca acomodarse a los tiempos. Entre 2012 y 2014, las ventas bajaron un 20 por ciento, hecho que muchos atribuyeron a su falta de diversidad, todas las muñecas eran muy similares y no representaban una sociedad variopinta y cosmopolita. Como respuesta, en 2015 lanzaron la primera línea con distintos colores de piel y pelo y, en 2016, podías comprarla en sus tres versiones: pequeña, alta y curvilínea. Fue una buena decisión pero no alcanzó. Para la misma época, con el movimiento LGBTQ ganando cada vez más espacios, Barbie se vio en la necesidad de mandar un mensaje. Así apareció en su Instagram mirándose a los ojos con Aimee, una nueva amiga, ambas con la remera Love Wins; slogan que usa el colectivo para pelear por la igualdad de derechos. No hubo explicaciones ni tampoco declaraciones oficiales pero a buen entendedor…

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Historia. Es justo recordar que Barbie surgió en un momento en que todas las muñecas alimentaban el imaginario de madre y bebé. Ella, con su cuerpo esbelto y atractivo, representaba una joven divertida a quien no le interesaba la maternidad. Sin embargo, aún no trabajaba, era anfitriona, estrella y novia de Ken. Tendrían que pasar varios años para que Barbie estudiara. Hoy hay más de 200 profesiones, desde astronauta hasta experta en robótica pasando por enfermera y cirujana y varias atletas. También tuvo algunos “pifies” como uno de sus modelos que hablaba y repetía la frase “las matemáticas son muy difíciles” o la Barbie programadora que rompía sus computadoras y no podía repararlas sin la ayuda de sus amigos “techies” (hombres, claro). Aunque nació rebelde, esta muñeca rubia de ojos celestes con cinturita de avispa y una marcada inclinación hacia las cosas caras (no olvidemos que maneja un Corvette y tiene varias lujosas casas, incluido un castillo) para muchos sigue representando un estereotipo contra el que hay que luchar.

Barbie hizo su primera aparición pública en el Salón del Juguete de Nueva York en marzo de 1959, creada por Ruth Handler, quien la bautizó con el nombre de su hija. Pese a que Barbie es la perfecta representación de la chica californiana, está originalmente inspirada en un dibujo alemán tipo caricatura de una bella señorita de costumbres un tanto pecaminosas que se dedicaba a acompañar a hombres adinerados (una auténtica “escort girl”). Handler, de 43 años, había fundado Mattel con su marido y un amigo, amaba la maternidad pero odiaba todo lo que socialmente se suponía que tenía que ser una madre convencional. Y creó una muñeca que rompiera el standard: Barbie no iba a tener hijos, iba a ser una espléndida joven, llena de glamour que disfrutaría de las cosas bellas de la vida. Si bien ese año se vendieron 350 mil muñecas, Barbie no la tuvo fácil. Muchos salieron con los tapones de punta a criticarle los senos prominentes y su condición de chica sexy, ¿era esta una muñeca apropiada para una niña? Pasó el tiempo y la respuesta fue “sí”.

Noticias. Aunque las ventas siguen en baja (no lo suficiente como para preocuparse) solo en 2018, se vendieron 58 millones de Barbie en el mundo y sigue siendo un ícono norteamericano. Ninguna muñeca generó un debate que se mantiene por décadas sobre su influencia positiva y negativa más que Barbie. Y nunca una empresa que fabrica muñecas tuvo que salir a dar tantas explicaciones. En YouTube lidera el ranking de marcas para niñas; su Barbie Vlogger es una de las mayores influencers con más de 108 millones de visitas y lanzó la campaña “Cerrar la brecha” (Close the Dream Gap) que busca fortalecer la seguridad de las niñas que, según indican varios estudios, alrededor de los 5 años comienzan a dudar de ellas mismas y de su posibilidades de desarrollo.

Otra de las noticias para este año es la confirmación de la película de Barbie, protagonizada por Margot Robbie quien, si alguno no la recuerda, es ese “minón patrio” que exuda sexualidad en la película con Leonardo DiCaprio, “El Lobo de Wall Street”. La pregunta que todos se hacen es si Robbie es la mejor elección para personificar a Barbie en estos tiempos de cambio. Algunos votaban por Rihanna o, como se pensó en un primer momento, Amy Schumer, una actriz que podría haberle dado otra dimensión.

No hay dudas de que Margot Robbie es Barbie reencarnada pero si la idea de Mattel era volverla más real, alejarla del estereotipo y demostrarle a los padres que su mensaje es auténtico, tal vez no sea esta la mejor manera de hacerlo. O sí, quién sabe, cosas más extrañas han pasado en el cine. Y si resulta un fiasco, no será el primero que tiene que enfrentar estar marca que supo construir un legado que, por mal que le pese a muchos, no parece que vaya a desaparecer.

por Silvina Reusmann

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