La última suba del dólar dejó a un ministro de uno de los tres gobiernos que domina el PRO más escéptico que antes sobre las posibilidades de ganar, por el impacto en la inflación. Y porque considera que el peso se devalúa por tres motivos, de los cuales la Argentina sólo controla uno.
El primero, que el FMI acotó las herramientas del Banco Central para contener la corrida. El segundo, la huida de capitales de los mercados emergentes. El tercero, la desconfiaza en el país, no sólo por las perspectiva de un regreso de Cristina Kirchner al poder sino por la “percepción de cierta incompetencia de Cambiemos para manejar la economía”.
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Los economistas están cambiando los pronósticos de inflación 2019 que habían elaborado hace sólo dos semanas, después de conocer el dato oficial de febrero. Rodrigo Álvarez, de la consultora Analytica, elevó su perspectiva del 38% al 40%. Hernán Hirsch, de FyE Consult, de la franja del 37% al 40% a una del 40% al 42%. Fabio Rodríguez, de M&R Asociados, del 33% al 35%. Lorenzo Sigaut Gravina, de Ecolatina, del 35% al 38%. Marina Dal Poggeto, de Eco Go, del 35% al 37%. Es decir, entre dos o tres puntos más por el último saltó del dólar de los 41 pesos a los 44,60 en dos semanas.
“Pero mi pronóstico depende de la dinámica del dólar”, se ataja Dal Poggetto. “Viendo como flota, es probable que me quede corta”, añade la economista.
El fantasma de Cristina Kirchner eleva el dólar y perjudica a Macri, como el de Carlos Menem perjudicaba al radical Eduardo Angeloz en 1989. Pero en aquel tiempo de Raúl Alfonsín como ahora el gobierno de turno también era responsable del desaguisado.
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