La filósofa Judith Butler es una de las voces más fuertes a nivel mundial en lo que hace a estudios de género y feminismo. Pero además, la académica de la Universidad de Berkeley, es una férrea defensora de la ciencia y la educación. Por esa razón, la autora de "Cuerpos que importan. El límite discursivo del sexo" se acercó hasta el Polo Científico y se sumó a la multitud de becarios e investigadores que se movilizaron en el Día del investigador científico ante el CONICET. El motivo de la convocatoria era reclamar ante las autoridades por los recortes y la cantidad de científicos que quedaron afuera del organismo tras conocerse la nueva cifra de investigadores en la convocatoria 2019.
Butler vino a Buenos Aires para exponer en la Universidad de Tres de Febrero sobre feminismo y género. También se acercó hasta un grupo de mujeres científicas que reclamaba en el edificio de Palermo, y se tomó una foto junto a dos carteles que rezaban "Protesta sexual e investigación" y "La ciencia feminista resiste". Unos minutos más tarde, llegó la socióloga del CONICET, y también referente feminista, Dora Barrancos, que saludó afectuosamente a la estadounidense con un apretón de manos. Luego posaron juntas ante una decena de otros carteles con leyendas feministas y contra la situación del organismo de ciencia y tecnología.
El 5 de abril, el CONICET publicó en su página web los resultados para el ingreso a la carrera de investigador científico (CIC) y resolvió seleccionar únicamente a 450 investigadores. Sólo un 17% de los que se postularon. De esta forma, quedaron expulsados del sistema unas 2145 personas. Quienes aspiran a la carrera de investigador científico, son profesionales con estudios de doctorado y/o posdoctorado. Tras el anuncio, distintas agrupaciones, entre las que se encuentran "Jovnxs Científicxs Precarizadxs", organizaron movilizaciones en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia, para hacer escuchar su reclamo bajo las consignas "#NoALosDespidosEnCONICET" y "#NoAlAjusteEnCyT".
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