Cuando el profesor Pablo Levín conoció a Axel Kicillof, se dio cuenta enseguida que llegaría lejos en la política y se lo dijo. Pero entonces, el hoy candidato a gobernador era sólo un estudiante de Economía y no le creyó. “Era muy bueno como alumno, no era aplicado pero sí muy talentoso, creativo. Un joven con quien era muy fecundo el diálogo”, recuerda Levín a NOTICIAS.
Por su potencial, el histórico docente de la UBA y máximo exponente en marxismo, se lo llevó a trabajar con él al Centro de Estudios para la Planificación del Desarrollo (Ceplad), que todavía dirige, y a la cátedra de Historia del Pensamiento Económico, donde fue su ayudante.
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El vínculo se mantiene hasta el día de hoy con mensajes de Whatsapp, pero Levín recuerda un momento de quiebre: “Al principio de su gestión como ministro me consultaba, pero en algún momento le dije cosas que probablemente no le gustaron mucho sobre la nacionalización del petróleo y eso no ayudó a que siguiera un diálogo fluido”. Y ahora le tiene fe: "En la política hay un vacío intelectual, y en ese vacío una persona con la formación de Axel puede destacarse. Yo le deseo el mayo de los éxitos", dice quien fue su profesor.
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por Juan Luis González, Daniela Gian
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