Luego de la hecatombe oficialista en las PASO, el macrismo se partió silenciosamente en dos tendencias: los apocalípticos que ya pensaban en huir, y los optimistas que seguían apostando a dar vuelta la derrota en octubre. Por estas horas, está surgiendo una tercera vía, quizá más realista, que puede suturar las heridas y relanzar la campaña PRO.
Esta línea intermedia fue esbozada en los medios por el ministro de Justicia Germán Garavano, a propósito de las novedades en Comodoro Py. Ante los nuevos vientos que parecen soplar en los Tribunales respecto de las causas de corrupción, Garavano cree que aunque la gente vote por un cambio económico, eso no significa que no le importe la transparencia.
Y precisamente apelando a la institucionalidad, el ministro se anima a pedir un nuevo voto de confianza para octubre, quizá no para ganar las elecciones, pero sí al menos para equilibrar en el Congreso y otros lugares el poder que ejercerá el futuro gobierno, probablemente peronista y K.
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Además del panquequismo judicial, la reaparición de recordados “periodistas militantes” pidiendo revancha, puede asustar a mucho votante independiente que en las PASO optó por castigar la grieta, pero que ante el batacazo kirchnerista podría sentir la necesidad de equilibrar un poco la cancha para la nueva etapa que se abrirá en el 2020.
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Esta idea moderadora, que puede sonar conformista para algunos sectores del oficialismo como el que expresa a los gritos Lilita Carrió, tal vez pueda recuperarle más votos a las listas de Juntos por el Cambio que el triunfalismo épico de Marcos Peña y Compañía. Otro debate para la mesa de acción política que inauguró el Presidente.
*Editor ejecutivo de NOTICIAS.
por Silvio Santamarina*
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