Al candidato de Consenso 19 no le alcanzó el tiempo en la presentación y fue cortado. Arranque lento que pudo ajustar en las próximas exposiciones. Cuando le tocó hablar de economía se sintió cómodo. Pero no pudo sacar ventajas.
Insistió en reajustar el Mercosur; poner foco en el comercio; y potenciar la energía nuclear (algo que generó ruido en las redes sociales). “Llevamos tres años de caída de producto bruto, asta de frases marketineras”, le contestó al presidente Mauricio Macri.
Destacó el progreso en exportación de industrias del conocimiento a partir de una ley de 2004 que potenció la venta de servicios informáticos al exterior. Marcó que con buenas políticas en una generación se duplica el sueldo. Y la importancia de la inversion y volver a potenciar a las pymes.
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Luego tartamudeo en la primer replica de 30 segundo. Hubo cruce por parte de José Luis Espert que le criticó sus recetas, y apuntó también contra el industrialismo retrógrado de Menem, tiro por elevación al programa económico de Alberto Fernández.
Utilizó su espacio en derechos humanos para hablar del hambre. Balbuceó. Miro mucho el atril y se quedó sin tiempo. Hizo hincapié en los números. En los presupuestos sub ejecutados. “Nos gusta discutir el pasado”, disparó. Se quejó que nadie tomó la posta de su predica sobre los chicos, pero Alberto Fernández volvió sobre el tema.
En educación marco algunos puntos mirando el atril. Muchos pensaron que estaba leyendo. Incluso los propios reconocieron que había algún tipo de ayudamemoria. “Cuando hablan de más gasto en educación y salud hay que ver cómo se financia, porque eso también es un gasto”, disparó como frase fuerte cuando le tocó la réplica.
“Hay muchas familias que emigran, a ellos hay que demostrarles que hay un futuro mejor. Hay que dejar de burlarse de los argentinos y asumir los fracasos”, cerró apuntándole finalmente a Mauricio Macri.
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