Entre muchos personajes de la “década ganada” que vuelven a la escena nacional, reapareció en la gran vidriera de la campaña electoral, que es el debate presidencial, Javier Grosman, uno de los gestores clave del Relato K. Y no como un espectador más, sino como el anfitrión que maneja los hilos del evento en Santa Fe.
Grosman fue el cerebro de la mega fiesta del Bicentenario que deslumbró a Cristina Fernández, quien adoptó al productor artístico para que gestione los grandes actos del resto del mandato. Así, el psicólogo y empresario del showbiz quedó al frente de Tecnópolis, y de un presupuesto millonario para organizar eventos oficiales: aquel manejo de caja le valió un procesamiento del juez Claudio Bonadio.
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Esta noche, en la previa del debate presidencial en Santa Fe, se lo vio recibiendo como anfitrión formal a los invitados al acto cívico, en el ingreso a la Universidad Nacional del Litoral.
Fuentes administrativas de la universidad le explicaron a NOTICIAS que Grosman ganó la licitación para organizar la parte escénica de la transmisión, en la que también competían una empresa santafesina y otra cuyo dueño es el músico Juan Carlos Baglietto. Según las fuentes, Grosman habría subcontratado a Baglietto para que se ocupara del sonido y las luces del debate. De ahí la presencia de ambos durante los preparativos.
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En los últimos tiempos, el nombre de Grosman reapareció en el círculo K. De hecho, el búnker de Alberto Fernández y el Frente de Todos en la noche de las PASO se montó en el complejo cultural Art Media C, espacio que pertenece a Grosman.
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