Aunque resulte un tanto exótico, se harán ensayos clínicos con parches de nicotina en personas con coronavirus y trabajadores de la salud que tratan a estos enfermos. Llamativo, teniendo en cuenta que trastornos que afectan a los pulmones, como el enfisema y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) son factores de riesgo para la Covid-19. Sin embargo, estudios muy preliminares sugieren que las personas fumadoras tendrían menos probabilidades de contraer la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2.
El estudio en cuestión fue realizado en el hospital Pitie-Salpetriere de París (Francia), y halló que una sustancia en el tabaco, posiblemente la nicotina, reduce el contagio entre los fumadores. Todo comenzó con un estudio que acaba de realizar el hospital y que concluye que los fumadores se verían menos afectados que otros por el virus. De esta observación en el campo nació una hipótesis que parece sólida, y que acaba de ser publicada por la Academia de Ciencias. Debería verificarse pronto mediante un estudio clínico: no sería el tabaco, sino la nicotina, la que tendría propiedades preventivas.
Los autores del estudio aclaran específicamente que no aconsejan a las personas que comiencen a fumar: “el cigarrillo mata a la mitad de los fumadores activos, y en Francia eso cuesta alrededor de 75.000 muertes al año”. La epidemióloga Florence Tubach, coautora del estudio, advirtió: "Aún cuando los resultados obtenidos son interesantes, no debemos concluir que el humo del tabaco tenga un efecto protector, porque en realidad contiene muchos agentes tóxicos. Solo la nicotina u otros moduladores del receptor nicotínico podrían tener una acción protectora, y mantengo el uso del condicional en lo que digo, porque nuestro trabajo sigue siendo observacional".
Lo que llamó la atención de los investigadores es que luego de interrogar a 480 pacientes que dieron positivo para el virus hallaron que un total de 350 tuvieron que ser tratados en el hospital, mientras que el resto, que cursaba la enfermedad con síntomas menos graves, fueron tratados en forma ambulatoria y enviados a sus casas.
De aquellos que necesitaban tratamiento hospitalario, cuya edad media era de 65 años, solo el 4,4% eran fumadores habituales. Y apenas el 5,3% de quienes fueron enviados a continuar el tratamiento en su casa informaron que fumaban. La edad promedio de estos últimos, 44 años.
“Analizamos si estos pacientes fumaban más o menos que la población general del mismo sexo o la misma edad, comparando con los datos de la población general que datan de 2018. Conclusión: muy pocos fumadores entre estos pacientes”, explica el experto en medicina interna Zahir Amoura, autor principal del ensayo. “Básicamente, tenemos un 80% menos de fumadores en pacientes con Covid que en la población general de mismo sexo y misma edad".
Zahir Amoura, conoció hace un mes al neurobiólogo de renombre mundial Jean-Pierre Changeux, que hizo una revisión del ensayo. Como especialista en receptores nicotínicos, el científico sugiere que la nicotina podría evitar que el virus se fije a las células y penetre en ellas. De ese modo, frenaría la propagación del coronavirus e inhibiría el desarrollo de la enfermedad, lo que finalmente explicaría esta subrepresentación de los fumadores entre los pacientes infectados por el SARS-CoV-2. También, cree Changeux, la nicotina podría detener la reacción desmesurada del sistema inmunitario que se origina en el organismo ante la infección, algo que sucede entre los enfermos más graves.
Tanto Amoura como Changeaux sugieren que la nicotina puede no ser la única sustancia que desempeñe un papel activo en los receptores nicotínicos y, por lo tanto, para prevenir la propagación del virus en base a un principio biológico similar. La ivermectina, un conocido antiparasitario, podría tener estas mismas propiedades, pero esto aún no se ha demostrado.
La próxima fase de la investigación continuará después de que los ensayos hayan sido aprobados por el ministerio de salud de Francia. Tan pronto como tengan luz verde, los investigadores administrarán parches nicotínicos a tres grupos diferentes de voluntarios, y en diferentes dosis: a los cuidadores, como medida preventiva, para ver si esto los protege; a pacientes del hospital, para ver si los síntomas mejoran; y a enfermos que estén en situación crítica, para verificar si su condición inflamatoria mejora.
por R.N.
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