José Natanson se animó a saltar el cerco. El estorbo que gambeteó el periodista no es físico: aunque lleva bien el peso de una vida entre redacciones, y los botones de las camisas elegantes que usa no sufren la tensión de las panzas cuarentonas, su cuerpo de metro ochenta y pico de altura y su poca afición por el deporte difícilmente le permitirían finalizar una carrera de obstáculos. Sin embargo, el desafío al que se le animó el líder de la versión local del “Le Monde diplomatique” es más complejo y, también, lacerante. Desde ese lado de la grieta, Natanson se atrevió a hacer algo que para muchos es inaceptable. “El macrismo no es un golpe de suerte”, escribió en Página 12 a días de las PASO del 2017, en un polémico texto que despertó furias que perduran hasta hoy, donde elogiaba la capacidad de hacer política de un oficialismo que estaba a punto de volver a ganar una elección. Ese trabajo, una especie de adelanto de su recién publicado libro “¿Por qué? La rápida agonía de la Argentina kirchnerista y la brutal eficacia de la nueva derecha” (Siglo XXI), le valió una catarata de críticas del mundo opositor, que renegaba del concepto natansiano de “nueva derecha” y no estaba dispuesto a aceptar ni siquiera un atisbo de reconocimiento al proyecto de Mauricio Macri.
“Hice algo que para la intelectualidad K sigue siendo imposible, que es tratar de entender la época. Tomé en serio al macrismo”, dice desde su despacho de director del periódico. Y se apura en aclarar que no comparte el rumbo político. “Mi posición es clara: creo que van a dejar un país más desigual. ¿Cada vez que haga una nota tengo que decir a quien voté y a quién voy a votar? ¿Eso me piden?”, le contesta a sus críticos, y aclara: “No me defino como kirchnerista, aunque los voté desde el 2003 en adelante”.
Ese camino para comprender el fenómeno amarillo lo terminó sentando frente a los “encargados de pensar” el macrismo, como Durán Barba, Pablo Avelluto, Marcos Peña, Alejandro Rozitchner o Hernán Iglesias Illia, entre otros. “Le agregan una novedad a este Gobierno. Ellos creen que entendieron cosas de la sociedad argentina que otros no, que ellos 'la vieron'. Con Durán Barba, por ejemplo, no sé si es un genio o un tarado, oscila entre deslumbrarme y provocarme decir 'qué boludo'”.
Noticias: ¿Cómo cambió su concepción del Gobierno luego de estas entrevistas?
José Natanson: Me sorprendió la especie de distancia sociocultural para conmigo, que no tiene que ver estrictamente con una diferencia de ingresos ni de pertenencia a un sector social. Estos tipos transitaron por mundos diferentes, no necesariamente a nivel material, y son de otro palo. Después les reconozco la apertura y la amabilidad: no me conocen y les mando un mensaje y me dicen “venite el jueves”. Te tratan con amabilidad, no te hacen esperar ocho horas. Lo que más me llevé es la idea de que ellos creen que “la vieron”, que entendieron a la argentinidad del siglo XXI, pero la contracara de eso es creer que todo lo que ocurría antes estaba equivocado. Ven a la sociedad como un cojunto de individualidades y creen que las construcciones colectivas ya no tienen ningún sentido. Pero si vos vas por el país y le preguntás a un tipo cómo se define, seguro te va a contestar “camionero” o “peronista”. Esto no lo tenía tan claro antes de hacer el libro. Illia me dice una frase muy buena: “El siglo XX nos cuesta”.
Noticias: ¿A Macri no lo intentó contactar?
Natanson: La verdad que no. Mi libro es sobre el macrismo y sobre la sociedad argentina, no sobre el Presidente. Dialogué sobre todo con el “marcospeñismo”, que son los que le agregan novedad al macrismo, los que se la jugaron por Vidal y los que le dijeron que no a Massa. Quería intentar entender al macrismo, y no sé si Macri me hubiera ayudado con eso.
Noticias: ¿Macri no entiende al macrismo?
Natanson: Lo debe entender (risas), pero no lo tiene tan elaborado, no lo piensa tanto. Capaz que me equivoco, pero él siempre hace hincapié en que es un hombre de acción. Los otros son los ideólogos.
Noticias: ¿Son los mejores en el arte de la política?
Natanson: Sí, porque hoy están en el poder. Si son mejores que otros no lo sé: el
kirchnerismo fue un proyecto de la re concha de la lora. Estos, para mí, son más mediocres, además de que son de derecha y estoy en contra -y digo esto para cumplir con mis críticos (risas)-. Pero son astutos, son hábiles, son inteligentes. Por ahí son más mediocres porque hoy se necesita un Gobierno más mediocre, la gente quiere eso, algo más moderado. Ellos tienen un norte: no gobiernan contra sus deseos, pero no tienen una pretensión refundacional del país como la tenía el kirchnerismo, el alfonsinismo o el menemismo.
Noticias: En todo su libro está la idea de que dentro del Gobierno hay una pulsión entre lo que quiere hacer, que según usted sería aplicar más “neoliberalismo”, y lo que puede hacer y termina haciendo.
Natanson: Sí, lo veo y ellos lo sienten, lo dicen. Para mí eso es un atributo positivo del macrismo, que contribuye a su éxito: sabe reconocer los límites sociales con los que opera, los límites de la realidad. Llegaron al Estado y se dieron cuenta de que no podían echar a 300 mil empleados públicos. No vendieron Aerolíneas Argentinas, pero desregularon el mercado un poco y metieron a las aerolíneas “low cost”. No sé lo que harían si no tuviesen un contrapeso, pero no importa. A los gobiernos no hay que medirlos por sus deseos indescifrables sino por la realidad tangible de sus acciones.
Noticias: ¿Y si Macri tuviese más poder?
Natanson: Es imposible saberlo. Me puedo imaginar qué piensa Macri del Estado, de los pobres, de los bolivianos o de las minorías sexuales cuando hace chistes con sus amigos después del partido en Olivos, pero eso no importa tanto.
Noticias: Catalóga al macrismo como una nueva derecha, complejizando un concepto viejo. ¿No puede ser anacrónica esa idea? Este oficialismo, tanto en la Ciudad como en Nación, tuvo muchas medidas alejadas de la idea clásica de la “derecha”.
Natanson: Tiene una validez. Mientras haya desigualdad la idea de derecha e izquierda van a seguir teniendo sentido. La derecha quiere una sociedad menos igualitaria, no porque es perversa sino porque cree que la desigualdad es motor del progreso social, si hay desigualdad la gente compite y los países progresan. Entonces, el Gobierno es de derecha por esto, porque tiene una posición de tolerancia o incluso una mirada positiva de la desigualdad: es parte de la vida social para ellos. Es moderna porque incorpora novedades, incorpora política social para los que quedan afuera, incorpora temas del siglo XXI, como el aborto, y también porque no es anti estatal, hablan todo el tiempo del Estado. No es igual, de ninguna manera, a los noventa o a las dictaduras.
Noticias: A pesar de eso muchos kirchneristas dicen que el macrismo es la dictadura.
Natanson: Hay una impobilidad fuerte en muchos intelectuales K en entender la época. No vieron al macrismo, no lo entendieron, y se la pegaron contra la pared. Están tan enojados que no la pueden entender. Los que piensan que es una dictadura se equivocan. El kirchnerismo está peor hoy que en el 2015, se fueron en una situación en relación a la opinión pública mejor que la que tienen ahora.
Noticias: ¿Es un error desde la soberbia?
Natanson: No, porque muchos no son soberbios. Viene de la frustración de que su deseo político no se cumpla. Hubo una dificultad de una parte importante de la intelectualidad K, sobre todo en la generación setentista. Recién ahora, luego de la derrota de CFK, que hoy está corrida y parece que va a seguir así, sin intentar liderar en el 2019, empiezan a caer. Ahí hay, en algún lugar, un intento de reflexión.
El 2017 significó un shock emocional que hizo pensar que lo del macrismo es un proceso político de más calado. No son un golpe de suerte.
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