**** Nada desconocemos más que el acervo histórico del cine argentino, en gran medida porque se perdió una enorme cantidad. Algo queda, sin embargo, y permite ver por qué fue el mejor y más difundido cine de habla hispana en la primera mitad del siglo pasado. “Besos brujos” es un ejemplo. Una cantante, su novio, una extraña actuación en un lugar perdido del nordeste argentino, un hombre que captura y quiere amancebar a la cantante, un rescate. Es decir, puro, purísimo melodrama lleno de canciones (“melo” viene de “melodía”, es clarísimo). Pero lo que va a sorprenderles es la actuación desacartonada, modernísima de estos intérpretes que lograban la profundidad emocional gracias a una precisa puesta en escena. Nada que ver con el “hablar de tú” que, por raras razones, se empezó a desarrollar en los 50. “Besos brujos” es una película que pasa cualquier prueba del tiempo.
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