CUATRO ESTRELLAS
Uno puede tener una idea positiva o negativa de Diego Armando Maradona, un personaje y un mito y un pícaro y un genio. Pero todas esas cosas eran sostenidas por un ser humano. La mirada de Dalma Maradona -que ya había hecho como stand-up un repaso de su relación como hija de ese personaje más grande que la vida- es diferente y al mismo tiempo más empática, más graciosa, más dolorosa.
Lorena Muñoz percibe algo más que la descripción de un vínculo complejo que se hace emotivo a medida que transcurren los tres episodios. Percibe que, de algún modo, Dalma es testigo no sólo de la Historia (porque Maradona, como los grandes deportistas desde el siglo XX, son Historia) sino del otro lado de la fama, de la gran superficie. En esos momentos, hay luz en la serie.
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