CUATRO ESTRELLAS
Mucho tiempo hemos dicho que David Fincher había encontrado la manera de retratar el Mal en el mundo contemporáneo. Lo ha hecho desde su debut en "Alien 3", en todos los tonos posibles, aunque sus mejores películas son "Zodiac" y "La red social", casualmente basadas en hechos reales.
"El Asesino", que recuerda absolutamente tanto al extraordinario Samurai que hizo Alain Delon bajo la dirección de Jean-Pierre Melville o al bombástico personaje basado en él de Chow Yun-fat en la versión de John Woo, es una especie de catálogo de estilo de Fincher, desde la luz glauca hasta el personaje no empático; desde las muy buenas escenas de acción hasta la idea de inestabilidad del mundo que aparece en cada una de las secuencias.
Todo funciona, y funciona muy bien, especialmente la mirada carente de toda emoción de Fassbender (especialista en psicópatas elegantes, por otro lado) que genera esa inestabilidad: todo puede pasar pero parece que el destino es ineluctable (aunque el parlamento final lo desmiente). Un gran ejercicio de estilo coherentemente profesional.
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