Saturday 20 de December, 2025

POLíTICA | 17-09-2025 08:21

No votamos lo suficiente a los Milei (y por eso cambiaron de discurso)

El giro en la comunicación oficial que ahora promete plata y no más ajuste comprueba lo hondo que caló el resultado electoral. Las cinco fases del duelo libertario.

Con el diario del lunes, el de los 14 puntos de diferencia que el peronismo sacó en las elecciones en la Provincia, todos podemos decirlo: el modelo de Javier Milei no cierra, la calle se muestra más hostil que nunca con los libertarios y el voto castigo combinó dos razones que se retroalimentan, la malaria económica y el escándalo de las coimas. Pero, hasta horas antes del resultado, lo cierto es que la ilusión óptica de un gobierno al que no le entraban las balas se mantenía intacta. En pleno caso de los sobornos en Discapacidad, y con el dólar inquieto, el riesgo país en alza y la recesión profundizándose, todavía había encuestas que auguraban una victoria de La Libertad Avanza en territorio bonaerense. Como si nada de lo que estaba ocurriendo importara.

Bueno, el hechizo finalmente se rompió. Quedó demostrado -para parafrasear al Presidente y su frase tan desafortunada sobre los periodistas- que no votamos lo suficiente a los Milei. Ni a él ni a su hermana, la del supuesto 3 por ciento. Y si no los votamos lo suficiente es por todas las razones recién enumeradas que, aunque estaban a la vista, casi nadie se animaba a señalar. Hasta que el tremendo mazazo electoral confirmó lo obvio: el rey está desnudo. Solo había que decirlo.

El Gobierno no supo qué hacer con ese diario del lunes de los 14 puntos de diferencia que ahora pronostican un octubre más que complicado. Pasó por todas las fases del duelo, que son cinco.

La negación: cuando argumentaron que habían crecido en la Provincia con respecto a las legislativas de hace cuatro años, y cuando dijeron que los bonaerenses votaron de esa forma porque les gusta “cagar en un balde”.

La ira: cuando el Presidente -retroceder nunca, rendirse jamás- vetó las nuevas leyes de financiamiento universitario y emergencia pediátrica para redoblar su cruzada contra los “degenerados fiscales”.

La negociación: cuando, para entregarle un gesto a la sociedad, lanzaron una nueva “mesa política”, otra “mesa federal” para intentar acercarse a los gobernadores y también un nuevo ministerio, el de Interior, todo con el objetivo de mostrar una reacción en público.

La depresión: cuando, en medio de sus internas poselectorales, los que reclamaban un cambio en la forma de conducir -entre ellos, Santiago Caputo- entendieron que las modificaciones solo serían cosméticas, que Karina Milei seguiría mandando y su hermano dependiendo de ella.

Y finalmente, la aceptación: cuando, en su cadena nacional del lunes, Milei abjuró de todo lo que contribuyó a llevarlo a su difícil situación actual, dijo que habría plata para educación, salud, discapacitados y jubilados, y bajó ocho cambios en su estilo prepotente.

Es decir, entregó sus banderas. Al menos en lo discursivo.

En esta última fase, el feroz león de pronto se convirtió en un gatito mimoso, una metamorfosis que habla del poder que tienen las urnas en esta democracia que supimos conseguir.

No votamos lo suficiente a los Milei: por eso cambiaron su discurso.

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Franco Lindner

Franco Lindner

Editor de Política, Información General y de la web de NOTICIAS. Autor de "El martirio" (Planeta).

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