(DOS ESTRELLAS)
Por momentos, este escriba pensó que se encontraba no ante cine experimental, sino ante un experimento: una película romántica en la que chica y chico (son chicos, no adultos) se encuentran por azar, se enamoran a primera vista, tienen enredos y terminan juntos para siempre podía funcionar sin que hubiera un solo elemento atractivo.
Los chicos son “lindos”, pero no hay entre ellos la menor tensión erótica (otro invento de las ficciones románticas adolescentes: el amor ascéptico y casto más allá del matrimonio), el menor peligro de que no terminen juntos, nada. El
experimento consistiría en vaciar el cuento de peripecias y peligros.
Puede ser: lo que tiene de original (muy a medias) es que hay una voz en off que narra la historia a partir de números y
curiosidades (aquí, años ha, un grupo de cineastas hizo El amor, primera parte, gran película que utilizaba de modo no extensivo tal procedimiento). Lo demás es totalmente ascéptico.
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