*** (Tres estrellas)
El kilométrico título es parodia de lo que el kilométrico título parece demostrar: los thrillers de una mujer sola con problemas mentales que mira algo e imagina cosas terribles que quizás sean ciertas.
Kristen Bell es no solo simpática sino una comediante con buen timing, y la idea funciona salvo porque, una vez que le pescamos el truco, el asunto de que sea una serie (miniserie, en fin) implica tomar uno de dos caminos: profundizar lo absurdo hasta el extremo o incluir misterio y suspenso.
En cualquiera de los dos casos, el formato obliga al lugar común, o más bien al lugar común al cuadrado que significa reírse del lugar común. Eso diluye el efecto cómico y aplana todo hasta volver lo que en principio tenía lo suyo algo bastante más convencional de lo que parece.
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