****1/2 Hay que agradecer a las plataformas que el relato audiovisual tradicional pueda, hoy, adquirir la densidad de una novela. Poco ortodoxa, la historia de una chica de 19 años que huye de la comunidad jasídica neoyorquina en la que ha vivido toda su vida como en una burbuja, podría ser una película testimonial, pero la posibilidad del formato largo le permite detallar los rituales y costumbres de una comunidad, seguir la transformación de la protagonista –genial Shira Haas, que hace todo con miradas y pocas palabras–, intersecar la angustia de la búsqueda y la desaparición y condenar el fanatismo sin caer ni en planteos simplistas (todos los personajes tienen un espesor notable, hasta los más pequeños) y sin golpear bajo el cinturón ni para señalar con el dedo ni para la emoción a reglamento. Un cuento sobre la validez real de una tradición y sobre los límites del fanatismo.
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