**** Este film, que le dio una nominación al Oscar a Maggie Smith, no pasó por los cines de la Argentina y es difícil, dado el estado del negocio, que podamos ver películas de este tamaño: chicos, íntimos y centrados en un personaje. Aquí se trata de una mujer que vive en una van abandonada y de los lazos de solidaridad y empatía que despierta. La señora Smith tiene un carácter bastante fuerte y eso equilibra el comentario social que podría inundarlo todo hasta ahogar la anécdota, a los personajes y al espectador. Su talento es innegable pero tiene la inteligencia suficiente como para no devorarse todas las escenas. Hablar de la dirección en este caso es ocioso, pero resulta funcional a lo más parecido al retrato que puede brindar el cine. Algún golpe bajo hay, pero es lo de menos: la sensación final es de una amabilidad a toda prueba, que nos permite reír incluso de momentos oscuros.
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