Confiar en la recomposición tarifaria, mantener las inversiones prometidas y tener un ojo puesto en el largo plazo. Esta parece ser la estrategia de las principales empresas de energía eléctrica, que desde la llegada de Mauricio Macri a la presidencia multiplicaron su facturación.
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“Todo lo que estaba programado sigue programado”, resume Eduardo Mirabelli, vocero de Edenor. La decisión tiene una explicación sencilla: en 2016, tras años de tarifas planchadas, se hizo la revisión tarifaria integral (RTI), con la que Edenor y Edesur presentaron su programa de inversión, que arrancó en 2017 y se extenderá hasta 2021. “Estamos obligados a cumplirlo”, dice Mirabelli.
En los últimos cuatro años, Edenor pasó del puesto 193° al 47° entre las empresas que más facturan en el país, según el ranking que elabora la revista Mercado, con ingresos que crecieron muy por encima de la inflación. La empresa controlada por Pampa Energía, de Marcelo Mindlin, es la mayor distribuidora de electricidad de la Argentina, con ventas por unos $ 24.350 millones en 2017 y tres millones de clientes en un área que abarca el norte de la Ciudad de Buenos Aires y el noroeste del conurbano. Tiene 4.900 empleados. “Cualquiera que entre a nuestra página de LinkedIn verá que seguimos incorporando personal de cuadrilla y otros empleados a un ritmo similar a como lo veníamos haciendo”, cuenta Mirabelli.
En Edesur también dicen que las inversiones pautadas –$ 5.000 millones para este año– se concretarán a pesar de las “tormentas” financieras que sacuden a la Argentina. Gracias a los aumentos de tarifas, Edesur pasó del puesto 189° al 54° entre las compañías que más venden del país. “La normalización del sistema tarifario es necesario para mantener las inversiones”, dice Nicola Melchiotti, country manager de Enel Argentina, la italiana controlante de Edesur.
“Nuestro eje está puesto en la eficiencia y modernización del sistema eléctrico para poder llevar un servicio de calidad. En estos momentos de transición todos tenemos que redoblar esfuerzos”, sostiene el ejecutivo. A sabiendas de que este esfuerzo recae mayormente en los usuarios que ven incrementos en sus boletas, la compañía enfoca su estrategia en la información que le acercan a los consumidores. “Lo que hacemos es poner herramientas a disposición para que puedan hacer un uso más eficiente de la energía y, de esta manera, enfrentar los incrementos tarifarios”, concluye Melchiotti.
El grupo italiano controla en la Argentina Enel Generación El Chocón, Enel Generación Costanera, Enel X y Enel Green Power, entre otras. Para el trienio 2018-2020 estima inversiones por 1.150 millones de euros.
Edenor y Edesur pasarán el 1° de enero próximo de la órbita nacional a la de la provincia y la ciudad de Buenos Aires. El traspaso obligará a los gobiernos de María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta a desembolsar $ 10.000 millones para mantener la tarifa social de luz.
Más años de ‘normalización’. Detrás de estos gigantes energéticos aparecen empresas como Central Puerto ($ 5.957 millones facturados el año pasado), cuyos principales accionistas son Carlos Miguens Bemberg, Nicolás Caputo, Guillermo Reca, la familia Escasany y los hermanos Ruete Aguirre, y AES Argentina Generación (4.752 millones), filial local de la empresa norteamericana con presencia en 15 países.
Martín Genesio, presidente de AES Argentina, le resta importancia al ruido económico de la coyuntura: “La empresa está enfocada en su estrategia de largo plazo de crecimiento y diversificación de su activo en el país. Entendemos que la normalización del sector va por el camino correcto”. El titular de la filial de AES no prevé cambios en el plan de inversiones: “Estamos en pleno proceso de inicio de obra de dos parques eólicos”, explica el ejecutivo, que estima los desembolsos en US$ 240 millones.
¿No prevén nuevos aumentos de tarifas tras los saltos del dólar? “No se esperan cambios en el corto plazo”, se refiere Genesio a la distribución de energía eléctrica. En todo caso, agrega, “el impacto de la devaluación traerá un mayor período de transición hacia la normalización tarifaria en el mercado energético en general”.
Los especialistas observan un fenómeno parecido luego de los últimos meses de turbulencias cambiarias. Joaquín Berro Madero, del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), cree que el panorama de mejora en el rubro viene siendo más acotado ya que la infraestructura eléctrica estaba aún más deteriorada que la del gas. “Si bien los márgenes (de ganancia) han pasado a terreno positivo, lo han hecho más lentamente y en forma menos intensa”, sostiene.
por Federico Poore
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