Quienes venimos de ámbitos organizacionales especialmente en estas últimas décadas, hemos experimentado que el mundo con relación al trabajo ha sido (y seguirá siendo) sinónimo de transformación; la revolución tecnológica que trae consigo cambios inherentes a culturas organizacionales que se re-diseñan, roles con nuevas responsabilidades que emergen y otros que ha sido necesario re-pensarlos. Sin duda, un desafío complejo para abordar, pero enriquecedor para quienes les ha tocado atravesarlo. Ahora bien, ¿qué pasa si ponemos la mirada en las personas que integran las organizaciones o quienes están aspirando a integrarlas activamente? Sabemos que las motivaciones y propósitos han ido cambiando, y seguirán en esa línea, porque como dimos a entender: El mundo del trabajo se transforma, las personas que lo integran también.
Este presente, laboralmente revolucionario y dinámico, nos llama a analizar y comprender qué cosas son las que hoy ponderan las nuevas generaciones a la hora de elegir aceptar un nuevo desafío laboral como también, elegir quedarse; en otras palabras, por qué te eligen o te siguen eligiendo empresa. Podemos caer en respuestas más “genéricas” que seguramente hemos leído o escuchado alguna vez como por ejemplo que buscan un buen clima laboral, desarrollo de carrera, “paquete compensatorio acorde”, entre otros. ¿No les parece un poco obvio y redundante que una persona busque crecer profesionalmente con nuevas experiencias o que su salario sea competitivo? Yendo un poco más allá, la invitación que les propongo es a analizar cualitativamente la información que podemos tener disponible para hacer una diferencia, anticiparnos y, como consecuencia, no quedarnos con respuestas que, hoy, no nos aportan ningún diferenciador.
Quienes integramos o trabajamos con áreas de atracción de talento, estamos en constante contacto con personas que, sacando de lado lo referente al paquete compensatorio, se informan, analizan e indagan sobre la empresa, buscando referencias y respuestas a preguntas como:
¿Cómo es trabajar en “X” empresa? ¿Quienes integran el C-Level? ¿Cómo ha sido su desarrollo de carrera profesional hasta llegar ahí? ¿Qué valores promueven? ¿Para qué rol me están convocando y qué impacto tendría en la sociedad/equipo/empresa? ¿Cuáles son las políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión que tienen implementadas? ¿Quiénes son las mujeres referentes/líderes que trabajan ahí?, entre otras.
A diferencia de un pasado no tan lejano, las preguntas a responder surgen en un contexto donde buscan hallar puntos de encuentro con sus objetivos profesionales, referentes con quienes se puedan identificar y por, sobre todo, compartir un propósito que los haga orgullosos/as de ser parte. Se produce lo que llamo una elección mutua, en donde la organización elige a la persona tanto como la persona elige a la organización como su siguiente paso en su desarrollo profesional.
Desde mi experiencia y como conclusión, creo que este escenario es enriquecedor para quienes tenemos un compromiso con promover culturas organizacionales con una mirada ‘people centric’. Estas motivaciones, miradas y propósitos llegaron para quedarse - elegir y que nos elijan - La pregunta sería, organizaciones: ¿qué están(mos) haciendo para que el talento joven profesional los (nos) elijan?
Ludmila Dubini Zerga es licenciada en Relaciones Laborales con foco en empleabilidad de talento digital y tecnológico en LATAM. Acompaña a las organizaciones en sus procesos crecimiento y desarrollo de talento tecnológico/digital.
por Ludmila Dubini Zerga
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