Thursday 5 de December, 2024

EMPRESAS | 29-09-2023 01:31

Gestionar con inflación: cómo aplicar recetas defensivas

Las empresas adoptan estrategias para brindarles beneficios a sus empleados ante el aumento acelerado de los precios.

Puso primera y aceleró. La japonesa Toyota picó en punta al acordar con el gremio SMATA el pago del medio aguinaldo correspondiente a diciembre para las próximas semanas. El anuncio, por ahora, es un caso puntual, pero podría ser un adelanto de lo que puede venir en el mercado laboral local. El ritmo inflacionario argentino hace que las compañías estén adoptando diferentes estrategias para amortiguar el impacto del alza de precios. Otra multinacional, pero de alimentos y bebidas, dispuso realizar más ajustes salariales durante el año. Hasta 2022, por caso, los incrementos de sueldos eran dos veces al año, mientras que desde este 2023, ya se disponen aumentos de manera trimestral.

Ya en febrero pasado, Accenture, que se dedica a la exportación de servicios y a atender a sus clientes locales en rubros como consultoría y desarrollo de soluciones tecnológicas, entre otros, marcaba el camino cuando determinó la dolarización de hasta el 20% de las remuneraciones de parte de sus empleados en Argentina.

Diego Albasini, gerente Comercial de Nubi, una fintech cuyo grupo accionista es el mismo que el del Banco Comafi, lanzó una tarjeta prepaga VISA para beneficios a empleados. “En cualquier negociación salarial y, sobre todo, con el avance de la inflación que erosiona el poder adquisitivo, el colaborador pregunta ‘¿qué beneficios tengo?’. Con una carga impositiva grande, se aprecia el beneficio porque se recibe pleno, sin descuentos”, comenta.

Antecedentes. El mercado tiene precedentes como el de los recordados “tickets” que se utilizaban para compras en supermercados, combustible o restaurantes. Con los años, esa iniciativa se diluyó por las trabas e impuestos. “Entonces las empresas crearon otros ‘beneficios sociales’ como útiles escolares, almuerzo en la empresa, entre otros. Esto mejoró la calidad de vida, pero no el patrimonio de los empleados”, amplía Albasini.

Hay alternativas que se van generando de la mano de la tecnología, generándose tarjetas, que, por ejemplo, pueden utilizarse no solo en horarios laborales y otros ámbitos con más flexibilidad. El 70% de nuestros clientes antes no daban estos beneficios, pero es una tendencia irrefrenable”, amplía el ejecutivo.

En este caso, la tarjeta es una Visa prepaga -emitida por Nubi- que no está regulada por las normas del Banco Central. “Nubi gana de tres formas: 1) un fee no mayor al 5%, 2) un beneficio financiero por el tiempo que se tarda en gastar la plata y el lapso que transcurre en pagar a VISA y 3) la comisión al comercio”. Hoy, ya cuenta con 100 clientes y 30.000 tarjetas emitidas, con $40.000 de gasto promedio, pero para fin de año Albasini proyecta que tendrán 60.000 tarjetas en uso.

Ximena Díaz Alarcón, directora de la consultora Youniversal señala que desde distintos estudios están observando es que el tema de la inflación se volvió caótico. “Si bien estar empleado es un tema que trae tranquilidad para una persona, que el sueldo rinda es la otra preocupación”, agrega. Por esa razón, señala que las empresas en general están tratando de dar bonos, sobre todo en alimentos, otorgando descuentos y generando compras concentradas por la empresa para dar esos beneficios a los colaboradores.

Esto funciona bastante y es demandado para compensar un poco la pérdida del poder adquisitivo”, destaca, al tiempo que destaca que es importante para el paquete compensatorio total y lo tratan de dar. Sobre todo, en el rubro alimentos es primordial, pero también esparcimiento, entretenimiento”.

En algunos casos, las empresas tratan de negociar, algunos paquetes diferenciales para el talento más “premium”, categorías salariales de mayor nivel. “Quieren fidelizar sí o sí, pero ese target es el que, en general, está mejor remunerado porque se trata de posiciones más senior”, destaca Díaz Alarcón,

Variantes. Para Julio Bresso, profesor de la Universidad Austral y consultor en Recursos Humanos, “hay muchas cosas que se pueden hacer y algunas que ya se están ejecutando. Por un lado, hay bonificaciones y compensaciones variables. Esto es, en lugar de aumentar los salarios base, las empresas implementan sistemas basados en el desempeño individual o grupal”, explica.

También hay beneficios no salariales, que tienen que ver con dar valores de comida, subsidio de transporte y seguros médicos, entre otros. “La Argentina está bastante acostumbrada, tristemente, a estas cuestiones”, subraya Bresso. En general, no hay muchas empresas que tengan una política de indexación mensual. Pero el especialista indica que algunas ya están pagando cada 15 días.

Los consultores observan otro dato que dispara la realidad económica: “tiene que ver con el clima de tensión en el que viven los empleados. En términos de que no ‘llego a fin de mes, el sindicato no me defiende o no es suficiente lo que hace’. Hay como una situación de angustia general que impacta en el trabajo. La gente empieza a faltar más, se queja y el clima laboral se enrarece. Sobre eso las empresas también están trabajando”, concluye Bresso.

El mundo corporativo no escapa a la preocupación del impacto del alza de los precios en los salarios de su personal. Pero no espera respuestas de la macro, sino que recurre a sus propias estrategias antiinflacionarias.

por Marcelo Alfano

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