Italia parece haber olvidado su propia historia. El reciente decreto impulsado por la primera ministra Giorgia Meloni impone nuevas restricciones migratorias que afectan directamente a quienes buscan regularizar su situación en el país, incluso a descendientes de italianos que aspiran a ejercer su derecho a la ciudadanía iure sanguinis.
Entre los cambios más polémicos, se plantea que solo podrían acceder a la ciudadanía los hijos y nietos de italianos nacidos en Italia. Es decir, si una persona obtuvo la ciudadanía italiana pero nació fuera de Italia, no podría transmitirla a sus hijos menores de edad. Esto rompe con la lógica del linaje y perjudica especialmente a quienes tienen bisabuelos o tatarabuelos italianos, lo cual representa la gran mayoría de los casos en países como Argentina.
Además, el decreto propone eliminar los consulados como sede para tramitar la ciudadanía por descendencia, centralizando todo el procedimiento en una oficina única en Roma. Esta medida no solo resta accesibilidad al proceso, sino que también genera incertidumbre sobre los plazos, costos y garantías para quienes viven fuera de Italia.
Impacto en Argentina: incertidumbre y preocupación
En Argentina, donde se estima que más de 30.000 personas obtuvieron la ciudadanía italiana en 2024, la noticia ha generado una ola de incertidumbre. Los consulados italianos en Buenos Aires, Córdoba y Rosario han reportado un aumento significativo en las consultas y solicitudes de información. Muchos argentinos que estaban en proceso de reunir la documentación necesaria ahora enfrentan la posibilidad de quedar excluidos debido a las nuevas restricciones.
Además, el aumento de las tasas para estos trámites, que pasaron de 300 a 600 euros por persona mayor de edad, representa un duro golpe al bolsillo de quienes buscan obtener la ciudadanía.
La medida ha sido criticada por organizaciones de la comunidad ítalo-argentina, que la consideran un retroceso en los derechos de los descendientes de italianos y una negación de la historia migratoria compartida entre ambos países.
¿Qué se puede hacer ahora?
Ante este panorama, es fundamental que quienes estén interesados en iniciar o continuar su trámite de ciudadanía italiana se informen adecuadamente y busquen asesoramiento legal especializado. Existen alternativas, como la vía judicial, que podrían ofrecer soluciones en casos específicos.
En el caso de los nietos de italianos, no lo duden: cuanto más cerca estén de la generación nacida en Italia, mejor. Si vos sos nieto/a, iniciar el trámite ahora no solo es posible, sino aconsejable. Incluso si ya tenés hijos, avanzar vos permite que ellos queden un paso más cerca en la línea de transmisión de la ciudadanía. Las situaciones pueden cambiar, y estar un paso adelante marca la diferencia.
Además, recomiendo comenzar cuanto antes a reunir y organizar la documentación necesaria. Aunque todavía hay incertidumbre respecto al futuro del decreto, armar la carpeta con toda la información ya preparada permite avanzar rápidamente apenas haya definiciones.
Por último, es importante saber que la vía judicial también será una herramienta clave, especialmente si se plantean inconstitucionalidades en torno al nuevo decreto. Ya hay movimientos en ese sentido, y la historia nos demuestra que los derechos conquistados no siempre se pierden sin dar pelea.
Mi nombre es Micaela Rodera, soy abogada especializada en Derecho Migratorio. Trabajo junto a un estudio jurídico radicado en Roma, lo que nos permite acompañar cada caso con cercanía, experiencia y conocimiento de primera mano de los cambios legislativos.
Si estás pensando en iniciar el trámite de ciudadanía italiana, este es el momento de actuar. Estar informados, asesorados y prevenidos puede marcar la diferencia.
por CEDOC
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