El jueves 12 de mayo, luego de pasar 10 días detenido en el penal de Marcos Paz, el mediático abogado Víctor Stinfale llegó al juzgado del juez Sebastián Casanello, quien lo investiga por estar señalado como el organizador de la fiesta Time Warp en la que murieron 5 jóvenes por consumo de drogas de diseño. El letrado estaba tranquilo, pero su semblante no era el mejor. Se sentó frente al magistrado, desabrochó la manga derecha de su camisa y la arremangó. El pronunciado hematoma en su brazo, provocado por los problemas cardíacos que sufre Stinfale, dejó al magistrado con la boca abierta. Hasta ese momento, el juez le había negado el pedido de prisión domiciliaria que había presentado el defensor del abogado de Maradona, Mariano Cuneo Libarona. Pero esa reunión fue clave para revertir la negativa de Casanello.
Durante varios momentos de la ampliación de la indagatoria, Stinfale mostró dificultades para expresarse. Eso llamó la atención de Casanello y decidió hacerlo revisar por médicos legistas. El análisis de los profesionales fue contundente: los problemas cardiacos estaban causando reacciones similares a la de pequeños ACV y problemas de coagulación. Ante ese cuadro, el magistrado decidió hacer caso omiso al pedido del fiscal Federico Delgado de mantener a Stinfale en prisión y decidió otorgarle la prisión domiciliaria.
El lunes 16, Delgado pidió el procesamiento del mediático abogado y que se le niegue el beneficio otorgado, para que el detenido se vea obligado a esperar el juicio tras las rejas. Pero el juez no accedió a la totalidad de las exigencias del fiscal. “Casanello no está dispuesto a que Stinfale se le muera encerrado. Sería ganarse un quilombo innecesario”, aseguró una alta fuente de Comodoro Py 2002. Y así fue. El juez procesó a Stinfale pero le mantendrá la prisión domiciliaria. Ya que los problemas cardíacos que desde hace unos años sufre el letrado mostraron una reacción preocupante frente al estrés que le causó estar tras las rejas.
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