Carlos Carrascosa recibió la noticia de su absolución en la casa de la familia Fernández Tosar, en Luján. Allí el viudo pasó los últimos cinco meses de su prisión domiciliaria y los primeros días de su flamante libertad. “Por el momento, va a seguir quedándose acá en Luján, con mis padres”, aseguró Jorgelina Fernández Tosar, una de las hijas del matrimonio que cobijó al entonces preso.
La repentina sentencia de la Cámara de Casación Penal bonaerenese tomó por sorpresa a Carrascosa quien ahora se encuentra analizando qué hará de aquí en adelante.
Uno de los escenarios más probables que baraja es volver a habitar la casa en el country Carmel en la que fue asesinada su esposa. “Quiero morirme en mi casa. Estoy roto por dentro”, aseguró en marzo de este año. La casa, explican desde el barrio privado, está en óptimas condiciones. El personal doméstico continuó yendo durante estos 14 años. Incluso, un amigo del viudo también se ocupó de que la propiedad permanezca habitable. Ya en 2015, cuando le fue otorgado el beneficio de la prisión domiciliaria, Carrascosa había pedido a la Justicia cumplir la condena en la casa de Pilar, sin embargo, su requisitoria fue denegada. Ahora, libre de culpa y cargo, planea volver a habitar la casa que compartía con María Marta y en la que ella perdió la vida.
Por el momento la única certeza que tiene el viudo es que se presentará como querellante para saber quién mató a su mujer. Una carrera contrarreloj ya que los delitos penales prescriben a los 15 años y el crimen de María Marta ocurrió en octubre del 2002. Menos de 300 días para hallar un culpable a uno de los crímenes más sonados de la historia policial. Además, el viudo anunció que demandará al Estado para recibir una indemnización. “En la Comisión de Derechos Humanos hay una firma del Estado argentino que dice que a los tres años preso sin sentencia firme debería estar libre”, opinó. Carrascosa, también, escribió una carta dirigida a los periodistas en la que asegura que “los entiende y los perdona” y les pide que lo ayuden a saber quién mató a su esposa.
Habrá que esperar a ver desde qué trinchera libra esa batalla el viudo: si se queda con sus amigos en Luján o si por el contrario vuelve al mismo escenario en que empezó todo.
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