Saturday 23 de November, 2024

POLíTICA | 12-03-2018 00:42

Elecciones 2019: ¿Y si Cristina Fernández no se presenta?

Analiza bajarse de la pelea por la presidencia para evitar un fiasco. El factor judicial.

El fallecido dirigente peronista, Juan Carlos “Chueco” Mazzón, tenía una frase para explicar el significado del poder para esa agrupación política. “En el peronismo hay una sola cosa peor que la traición: el llano”. Esa reflexión gráfica en muy pocas palabras la vocación del justicialismo para mantenerse como partido de Gobierno. Pero desde la llegada del macrismo, ambas cosas sucedieron: el llano y la traición. Hoy, el peronismo busca reorganizarse y con las elecciones a la vuelta de la esquina aún no se divisa un candidato presidencial competitivo que pueda recuperar el poder. En ese escenario, la figura de Cristina Kirchner juega un rol clave no sólo en la reunificación sino también en el caudal de votos.

Pero está sola. En el llano. Y traicionada por muchos de los que antes le eran leales, con el senador Miguel Ángel Pichetto a la cabeza.

Hoy, desde la agrupación La Cámpora hacen trascender que en el 2019 CFK no se presentará a elecciones por varios motivos. 1) Ya es sena-dora. 2) Prevén que la performance electoral del peronismo sea muy mala ya que no tienen un candidato que “enamore”. 3) En caso de llegar a un ballottage, la alta imagen negativa de la ex presidenta le impediría ganarlo. 4) Los kirchneristas que ya son diputados intentarán sumarse a la unidad peronista a través de acuerdos parlamentarios durante este año: presentar proyectos y votar leyes en conjunto. Un ejemplo de esta estrategia es el proyecto para despenalizar el aborto el cual, aunque fue firmado por una mayoría kirchnerista, fue acompañado por diferentes fuerzas políticas.Desde La Cámpora también sos-tienen que siguen los diálogos con Sergio Massa y también con Martín Insaurralde. Con quien podría haber reuniones en el futuro. Pero desde esos sectores rechazan acercamientos y hasta entienden los rumores como “operaciones para romper la unidad”. La sociedad de Sergio Massa con Margarita Stolbizer, por ejemplo, tiene al kirchnerismo como límite para aliarse.

Internas. Por el lado del peronismo, quien está en la mesa de negociación es el senador Miguel Ángel Pichetto. Tanto gobernadores como sindicalistas peronistas se recuestan sobre él para empezar a conversar. Pero la falta de un candidato que atraiga los votos de CFK es un factor determinante. En el peronismo del 2018, Pichetto tiene a los dirigentes, pero Cristina Kirchner tiene los votos. En la última elección CFK obtuvo el 37% de los votos en la provincia de Buenos Aires mientras que el massismo y el PJ apenas sumaron 16%.

En ese contexto de negociación no ayudan las filtraciones de los diálogos entre Cristina y el ex jefe de la AFI Oscar Parrilli.

Parrilli: Pichetto le entregó la Justicia a Macri para que nos haga mierda a vos y a todos nosotros.

Cristina: Sí, claro.

Parrilli: A cambio de la impunidad de él.

Cristina: Sí... de él y de su hijo.

Este diálogo desnuda sobreentendidos de Cristina Kirchner sobre uno de los roles de Pichetto: administrar la relación con la Justicia. La ex presidenta conoce bien al senador. Fue su jefa política durante ocho años.

En el seno del kirchnerismo especulan que el mal momen-to judicial de CFK responde –además de la guerra que ella misma inició contra la Justicia– a la interna del PJ. El antecedente del procesamiento con prisión preventiva en la causa del pacto por Irán fue interpretado como una jugada entre el juez Claudio Bonadio y Pichetto para empoderar al senador en la negociación. Un dato que generó suspicacia fue que tanto el fallo de Bonadio como el comunicado de Pichetto anunciando que rompía el bloque del PJ para formar “Argentina Federal” tienen la misma fecha. ¿Pichetto se enteró antes del fallo y por eso apuró la fractura?

Especulaciones. Bonadio, de extracción peronista, tiene buena relación con Pichetto. Durante el gobierno de Néstor Kirchner, el senador, quien en ese momento integraba el Consejo de la Magistratura, fue uno de los que salvaron a Bonadio del juicio político por una denuncia por irregularidades en la causa AMIA. Aquel pedido había sido formulado por Horacio Rosatti, entonces ministro de Justicia de Kirch-ner. Hoy ministro de la Corte.

Acorralada. La prisión preventiva contra Cristina Kirchner funciona como una espada de Damocles sobre la cabeza de la ex presidenta. Con el pedido de desafuero, la libertad de CFK quedó a merced de la voluntad de Pichetto. La decisión de no desaforar a Cristina no es una cuestión de reglamento de la Cámara alta, sino una decisión que tomó el bloque del PJ con el ex presidente Carlos Menem para mantenerlo también en libertad. Cristina no sólo debe agradecerle a Menem su primera experiencia como senadora. También debería agradecerle la última.

El escenario para el 2019 es complejo tanto para el PJ como para CFK. En el Gobierno se entusiasman con que en las elecciones presidenciales, la composición del Senado se dé vuelta a favor del oficialismo. Teniendo la mayoría, el oficialismo podría desaforar a Cristina, si quisiera. La pregunta, en ese caso, sería: ¿el Gobierno quiere a Cristina presa? Hasta ahora les resultó más útil como contrincante electoral.

Cerca de Pichetto hacen es-tos cálculos y hasta se arriesgan a opinar. “Cristina es eso que ves en las escuchas. Se presenta seguro. No tiene margen para dejar a tanta gente huérfana”, afirma un encumbrado operador político del senador. Esa “gente huérfana” es la que Pichetto suele referenciar como los dirigentes de “centro-izquierda” que acompañan a Cristina.

Si Cristina fuese candidata en 2019, ¿debería renunciar como senadora? ¿Qué pasaría con la prisión preventiva que está dictada contra ella? La últimas novedades agregaron condimentos a la campaña electoral del año próximo. El jueves 8 de marzo, en el Día de la Mujer, la Cámara de Casación confirmó todas las prisiones preventivas dictadas por el juez Bonadio. Incluso la de CFK. Además es probable que los actos proselitistas se intercalen con el juicio oral por el pacto con Irán que ya tiene asignado, en medio de polémicas, al Tribunal Oral Federal Nº 9.

El 2019 tendrá a Cris-tina entre la duda de si presentarse a las elecciones, la cárcel o una silenciosa participación en el Senado. Como Menem.

por Rodis Recalt

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