Friday 29 de March, 2024

SOCIEDAD | 11-11-2021 15:16

Alertan por "El juego del calamar", la serie que perturba

Los chicos imitan en las escuelas los morbosos juegos de la ficción. Disfraces y videojuegos. El salto de la vida digital a la realidad.

La fascinación por la serie “El Juego del Calamar” no conoce de fronteras ni edades. El drama de ficción surcoreano se convirtió en un fenómeno mundial tanto por su aclamada puesta en escena como por servir de thriller psicológico, a partir de una trama en la cual nostálgicos juegos infantiles terminan siendo letales, desnudando algunas de las pulsiones humanas negativas más primitivas.

Escrita y dirigida por Hwang Donghyuk, la producción de Netflix superó las 140 millones de reproducciones en más de noventa países durante su primer mes online, por lo que pasó a la historia del gigante del streaming como la serie más vista desde su lanzamiento. En un mundo distópico que sirve de crítica a la sociedad capitalista confuciana de Corea del Sur, un grupo de personas con abultadas deudas voluntariamente acceden participar en una macabra competencia para ganar dinero, a priori sin conocer la principal regla que establece que, en caso de perder, serán asesinados.

“La serie se hizo viral por su trama llena de giros, por sus excelentes actores y la inversión emocional de cada uno de los personajes que va creciendo a medida que avanza y abarca la ironía y el dramatismo”, opina el licenciado en Gestión de Medios y Entretenimiento, Joan Cwaik.

Desde el lanzamiento de la serie el 17 de septiembre, “El Juego del Calamar” apuntaló el negocio de Netflix no solo por su boom de nuevos suscriptores sino a partir del merchandising que inundó los portales de compraventa online.

Máscaras, ropa, mamelucos rojos y verdes de los protagonistas fueron algunos de los objetos más buscados. Incluso el disfraz relacionado a la serie encabezó las búsquedas de Halloween, mientras que los desafíos virales inspirados en el programa invadieron TikTok, la plataforma de videos más popular entre los chicos y jóvenes.

Además, algunos símbolos de la serie -que muestra a los participantes desesperados como parias de la sociedad- fueron usados en protestas sociales e incluso se crearon videojuegos que reunieron a miles de fanáticos en torno a la misma temática.

Según Cwaik, que a su vez es experto en tecnología, la novedad del programa -enmarcado en el furor por la cultura coreana que ya es un fenómeno mundial- radica en que logró en romper la barrera del mundo digital para sumergirse en el real, luego de se adoptaran los símbolos, metáforas y juegos de la serie en la vida cotidiana de cada rincón de la sociedad, poniendo en evidencia los vínculos entre la sociedad y la tecnología digital.

“La tecnología es una herramienta que, si bien mejora la condición humana al promover el bienestar social y económico, también presenta desventajas y hay grises en cierto punto”, opina Cwaik.

Alerta niños

En la ciudad Erquelinnes, en Bélgica, una escuela denunció que los chicos replicaron “Luz verde luz roja”, el primer juego de la serie que es similar al argentino Cigarrillo 43. En la versión de la serie, a medida que Younghee, una espeluznante muñeca gigante que sirve de detector de movimiento, canta, los participantes deben avanzar en lo que dure la canción y, al terminar, deben quedarse quietos, de lo contrario son asesinados de un disparo. En el caso de los chicos belgas, los perdedores recibían un fuerte golpe.

La muñeca se convirtió en el personaje más marketinero de la serie, cuyas réplicas se instalaron en las plazas de distintas ciudades de Corea del Sur, Australia, Japón y también la Argentina. En su versión local, como parte de la promoción de la serie se instaló una réplica en el patio de comidas de un shopping de Avellaneda, en donde menores recrearon la serie (incluso con una simulación del castigo a los perdedores con un ruido de un disparo).

A partir de la cultura del meme, de videos de YouTube y las redes sociales, la fiebre por la sangrienta serie surcoreana permeó a los menores, lo cual alertó a padres e instituciones académicas.

“El chico a través del juego cumple muchas funciones, para el desarrollo y para la socialización. El trasfondo perverso de la serie implica que no estamos hablando de un juego, sino de una ficción que es inadecuada para un chico, que no puede procesar todo lo que el juego propone”, señala el psicólogo Damián Supply, especialista en niñez y adolescencia.

A pesar de que Netflix califica al programa apto para mayores de 16 años, a partir de la masividad de las tendencias y el uso extendido de internet, el contenido decantó hacia los chicos y adolescentes, lo que genera preocupación considerando la importancia de los juegos y de lo lúdico en el proceso de socialización.

En esa línea, el experto explica que los chicos utilizan los juegos para “tramitar” el espacio que los rodea y sirven como herramientas para su desarrollo. Sin embargo, con respecto a la serie carecen de la capacidad de abstracción adulta para evaluar la simbología detrás de los juegos, por lo que resulta peligroso que estén expuestos a ese contenido.

“En la serie existen lugares jerárquicos, algunos tienen el control total de la situación y otros padecen ese control. Si uno lo lleva al lenguaje de los chicos desde su inocencia, eso hace que esa situación de poder te da derecho a todo, ahí está la perversión”, agrega.

Un fenómeno global

Los ejemplos en el mundo abundan. En Inglaterra y Bélgica, distintos organismos del Estado recomendaron a los padres que no les permitan a sus hijos mirar “El juego del calamar”, luego de varios reportes que alertaron sobre chicos copiando los violentos desafíos de la serie. En una escuela de Georgia, se prohibió cualquier discusión sobre el programa y los juegos. En Murcia, España, niños de seis años emularon las prácticas de la serie simulando que tenían pistolas que se dirigían a sus compañeros. Del otro lado del Océano Atlántico, en Nueva York un distrito escolar prohibió que los alumnos usaran disfraces de la serie por temor a que pudiera “enaltecer la violencia”.

“El riesgo que propone esta serie en las cabezas de los chicos y adolescentes es que no hay un límite entre el juego y la realidad, ya que el formato es un juego que se mete en la realidad. Esto es muy fuerte dado que el juego es un mediador para expresar ambivalencias y hay muchos sentimientos contradictorios que tenemos todos los seres humanos y que en el programa están amplificados”, destaca Martina Repetto, psicopedagoga del Hospital Italiano.

La competencia sin cooperación, el odio, la estafa, la justicia por mano propia en pos de sobrevivir al precio que sea son algunos de los sentimientos que afloran en la serie, que también incluyó otros juegos como “la galleta panal”, el “tira y afloje”, el juego de bolitas y el puente de vidrio.

En este sentido, Repetto destaca la importancia de cuidar a los chicos con “dificultades para comprender los símbolos y las metáforas”, por cuestiones madurativas del pensamiento o un desarrollo atípico.

Más allá de las restricciones de la plataforma y los intentos de los padres por impedir que los chicos miren la serie, los expertos recomiendan evitar la prohibición. “Es necesario proponer espacios en la familia y la escuela donde se pueda conversar sobre el tema, conocer el impacto que la serie tuvo en los chicos y saber qué piensan, es fundamental”, concluye Repetto.

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Cecilia Degl'Innocenti

Cecilia Degl'Innocenti

Politóloga. Licenciada en Relaciones Internacionales. Periodista.

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