“¿Les dije que se venía la noche no? El lunes arrancan las medidas. El colegio seguro va a enviar una comunicación oficial”, arranca en el chat de mamis Laura. “Me niego a recibirla”, contesta otra de las participantes en ese grupo que reúne a madres de alumnos de un colegio del barrio de Belgrano.
“Quiero llorar, mucha bronca, siempre pagan los chicos con lo bien que les hace ir al colegio. Hay que salir a la calle, esto es una vergüenza”, se suma Sandra. “Yo estoy caceroleando”, responde desde al balcón María Eugenia, cuando se escuchan en buena parte de la ciudad de Buenos Aires el batir de los cacharros en protesta a las medidas que acaba de anunciar el presidente Alberto Fernández, y que incluyen el cierre de establecimientos educativos por 15 días.
“Está comprobado que las escuelas pueden estar abiertas. No tienen excusa. Es claro que el móvil es otro. Hay que salir a la calle. No podemos permitir que pase lo del año pasado”, apoya Soledad. “Lo que más me asusta es lo mansos que somos como pueblo”, le contestan. “La oposición se tiene que calzar los huevos de una vez y frenar esto. Es todo político”, sigue María y comparte un petitorio de “La Red de Familias y Padres Organizados por la vuelta a clases”, para juntar firmas.
"Lo están diciendo los pediatras, los psicólogos, se cumplieron los protocolos en las instituciones educativas. La palabra que sentimos con esta decisión de Alberto Fernández es traición. La pandemia es una realidad y la salud es importantísima, pero la educación de nuestros hijos también”, marca Nuria Fortunato, de la Fundación Padres Organizados de San Isidro.
“Es bueno saber que igual la presencialidad era a medias. La provincia Buenos Aires tiene el 60% de las escuelas cerradas. Las escuelas públicas en la provincia de Buenos Aires están cerradas. Y del 40% abierto la mitad corresponde a los colegios privados, pero el resto sigue cerrado. Llevamos un año sin educación y la realidad es que está probado que hay un bajo contagio dentro de las instituciones educativas”, agrega Fortunato.
“No hay cifras oficiales, nosotros hicimos un relevamiento municipio por municipio”, sigue. “Falta una mirada de salud integral. Nosotros como padres nunca expondríamos a nuestros hijos a un riesgo innecesario. Y estos chicos, si no están en el colegio, ¿donde van a estar? Ya vimos que las cuarentenas en los barrios humildes no se cumplen, se hicieron cuarentenas comunitarias”, sigue Fortunato.
“Esos chicos podrían estar en un ambiente cuidado y contenido, pero el presidente decidió unilateralmente qué se cierran los colegios. Es una decisión que no consenso ni siquiera con sus propios ministros, que estaban diciendo que la presencialidad era necesaria”, cierran desde la Fundación Padres Organizados en el municipio de Zona Norte haciendo referencia a las palabras del ministro Nicolás Trotta, desautorizado por el presidente.
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