“Después de doce días, vuelvo a aparecer en las redes. De verdad, la pasé muy mal; es un virus que no se lo deseo a nadie”. Las palabras son de Araceli González, quien transmitió por redes sociales a miles de personas su padecimiento del coronavirus, la semana anterior. Al igual que la actriz, varios famosos se sumaron al show de la pandemia y relataron en primera persona cómo afrontaron su recuperación. Mientras se exacerba la intimidad hacia el espacio público, también se consolida una comunidad creciente que concientiza sobre los estragos que puede causar el Covid-19.
Desde el año pasado, fueron varios los famosos que contaron de qué se trataba contraer el coronavirus. Una de las primeras fue la periodista Evelyn von Brocke, panelista del programa “Cortá por Lozano”. Allí mismo, dijo que “en esta enfermedad, estás comunicado con el mundo con un celular, que te dan instrucciones de lo que tenés que hacer. Al ser una enfermedad solitaria, te comunicás con otros que padecen la misma situación. Otros se arrepienten de no haberse cuidado y te piden perdón”, aseguró.
Pero los protagonistas de la espectacularización de la pandemia no pararon de sumarse. Durante el fin de semana anterior, la modelo Carolina “Pampita” Ardohain publicó un video en su cuenta de instagram sobre el momento en que le realizaron un hisopado, cuando asistió al cumpleaños de la conductora Barbie Simons.
Por otro lado, Flavio Mendoza subió un video desde la cama de su internación. “Quiero decirles que estoy un poco mejor, que estoy atravesando el Covid. Tuve unos días difíciles con mucha fiebre, la pasé bastante mal. Pero estoy bien. Quiero decirles a todos que se cuiden, que se hagan el test y cuiden a los demás”, contó Mendoza, quien tiene llegada a 1,6 millones de personas en su cuenta de instagram.
Esta tendencia de los famosos es parte de un fenómeno global que tiene sus años, desde el boom de las redes sociales. La antropóloga y comunicadora argentina Paula Sibilia ya lo estudiaba desde 2008, cuando publicó el libro “La intimidad como espectáculo”. “Hoy la megalomanía y la excentricidad no parecen disfrutar de esa misma demonización”, dice la autora sobre cómo se tomaban estas actitudes hace 200 años. Sibilia habla de “una atmósfera como la contemporánea, que estimula la hipertrofia del yo hasta el paroxismo, que enaltece y premia el deseo de 'ser distinto' y 'querer siempre más'”.
Además, hay una corriente de pensadores “optimistas” que aseguran que las redes sociales crean comunidad: los autores españoles Víctor Sampedro y Jorge Resina de la Fuente plantean el incremento de actores con capacidad comunicativa en la vida pública. Los fenómenos del #NiUnaMenos, en Argentina, o el Black Lives Matter, en Estados Unidos, son algunos de los estallidos que nacieron desde internet. La conciencia de los cuidados frente al coronavirus podría ser un nuevo segmento impartido desde las personalidades más conocidas.
“Hace 30 años que estoy al aire y mis cosas se fueron convirtiendo en públicas porque me fui haciendo conocido. Mi familia es la familia de la gente, que me mira en televisión. Yo comparto mi alegría y mi dolor”, le cuenta Sergio Lapegüe a NOTICIAS. El periodista de TN fue dado de alta recientemente luego de estar internado casi 20 días por coronavirus, de los cuales 14 los pasó en terapia intensiva. “Cuando tomé conciencia de lo que me pasó, me di cuenta de que podría haberme muerto. Pero no pensaba en la muerte, sino en que todo es efímero, que tengo 56 años y por qué la mayoría de la gente tiene que morir sufriendo. No pensaba en que me iba a morir y creo que eso fue lo que me sacó. Quería volver a mi casa, caminar por mi barrio y abrazar a mi familia. Eso me mantenía aferrado”.
Lapegüe subió algunos videos y fotos a su cuenta de instagram que mostraron lo dura que es esta enfermedad, ya que el periodista se encontraba con una máscara que lo ayudaba a respirar. “Tenía una necesidad de contar lo que vivía y pedir ayuda. Además, para que otros sepan cómo es esta enfermedad. Cuando me pusieron la máscara, pocos sabían de lo que se trataba y otros hospitales empezaron a pedirla. Había que concientizar sobre este virus. Es una situación muy dura porque estás solo en una habitación”, recuerda el periodista.
Luego, explica que “los posteos fueron pocos” y que sucedieron solo cuando se comunicaba por videollamada con su familia, quienes fueron “un oxígeno extra que recibía”. Hoy se encuentra en plena recuperación en su casa. Aún continúa con secuelas, como una tos y fatiga constante. Junto a una kinesióloga trabaja para volver a poner su voz en la televisión. También lo continuará haciendo en las redes sociales.
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