Accesibles frente a los hoteles cinco estrellas que están en las costas, las habitaciones del Fan Village de Doha, en Qatar, cuestan unos 200 dólares la noche. Pero la habitación con dos camas individuales, Wi-Fi, aire acondicionado y heladera, se encuentra en un mar de cajas de metal, containers que se alinean uno al lado de la otra en filas, con letras y números, en un campo cubierto de césped sintético muy cerca del aeropuerto.
Los que fueron los refugios de los trabajadores que construyeron los estadios para el Mundial 2022, unos 4.000, se ampliaron a 7500 para albergar a los que se sumaron al mundial a último momento y buscando una opción económica: en el mismo predio funciona una carpa donde comen todos juntos: venden comida, café, productos farmacéuticos y hasta ventiladores.
A unos pasos hay un gimnasio al aire libre y un anfiteatro donde pueden verse los partidos en pantalla grande. "El aire acondicionado y el Wifi funcionan, la ducha también. Hay dos pequeñas ventanas para dejar entrar un poco de luz. Y la puerta cierra", festeja un argentino que se aloja allí.
Y explica que Qatar construyó otras áreas de viviendas utilitarias para residentes temporales: Asian Town o Industrial Area, que son campamentos permanentes para los trabajadores migrantes que realizan la mayor parte del trabajo de construcción y servicios en Qatar. Los organizadores de la Copa del Mundo aplicaron el mismo concepto para darle techo a los aficionados.
Con ese diseño hay tres campos para quienes asisten al Mundial. Y algunas son un poco más cómodas: entre ellas Al Khor, ubicado a 40 minutos en auto al norte del centro de Doha, cerca de la playa. Allí los turistas mundialistas se hospedan en carpas de lona adornadas con muebles, tele y un heladera, y tiene ducha.
Al Khor tiene piletas y restaurantes, un pequeño shopping abierto y una "zona de diversión" con fogón y televisores de pantalla grande. Los precios allí superan los 400 dólares por noche. En el extremo opuesto del espectro se encuentra Caravan City, una colección de 1000 remolques cuadrados blancos sobre ruedas: cuestan US$ 115 la noche.
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por R.N.
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