Tuesday 19 de March, 2024

MUNDO | 30-09-2022 09:46

Europa en alerta por el triunfo de la extrema derecha en Italia

La victoria de Meloni en la península encendió luces rojas en el tablero de la UE. La burocracia actuará como contrapeso.

El triunfo de Giorgia Meloni, como la primera mujer en liderar un partido ganador en el mundo machista de la política italiana, no es un momento para celebrar para buena parte del europeísmo centrista.

La primera ministra, que llega al poder precisamente un siglo después que su antepasado fascista, Benito Mussolini, de quien es declarada admiradora, inclina la balanza a la extrema derecha como principal corriente en la UE: el nuevo gobierno de Italia será una coalición liderada por el partido Hermanos de Italia, de Meloni, junto con la Liga antiinmigrante de Matteo Salvini, y el Forza Italia de Silvio Berlusconi.

Elecciones italianas

Durante años, Giorgia Meloni ha criticado las políticas migratorias de Italia, calificándolas como demasiado indulgentes, y marcando que corren el riesgo de convertir al país en el "campo de refugiados de Europa". Ahora como primera ministra de Italia, la migración se presenta como una de las áreas en las que Meloni puede generar un cambio radical muy fácilmente. “El enfoque es: vienes a mi casa de acuerdo con mis reglas”, marcó Meloni a principios de septiembre una entrevista con The Washington Post.  Su planteo apunta a cerrar significativamente las puertas para los inmigrantes indocumentados.

Mientras que en otras áreas, como el gasto y la política exterior, Meloni estaría más restringida por la UE, Italia tiene margen para manejar sus propias fronteras, y ella ha dejado en claro durante mucho tiempo que detener los flujos a través del Mediterráneo es una de sus prioridades. Los esfuerzos para bloquear el atraque de los barcos de rescate humanitario en los puertos italianos podrían generar réplicas en otros países mediterráneos como España: ya sucedió hace tres años cuando Italia estuvo brevemente dirigida por un gobierno populista antiinmigración.

Elecciones italianas

Lo que es seguro es que ha fracturado una red de contención en la política europea al llevar al poder a un partido con raíces en el neofascismo -en un país fundador de la UE, además-, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Y tras el ascenso de los demócratas de extrema derecha en Suecia este mes, la pregunta es ¿dónde será la próxima jugada del extremismo europea? Vox, el tercer partido político más grande de España, anclado en la derecha más radical, ingresó a un gobierno regional por primera vez en marzo, y festejó el triunfo de Meloni como propio: esperan que su éxito allane el camino para que un mayor poder en las próximas elecciones. Un salto a la derecha que se vive en toda la Península Ibérica: en Portugal, el partido de derecha Chega (Basta) obtuvo 12 escaños en las elecciones de enero de este año, frente a solo 1 escaño en 2019.

Los líderes divisivos están ganando terreno en medio de los desafíos que plantean la inmigración, el aumento de la pobreza, la caída de las tasas de natalidad, la emergencia climática, la desindustrialización y el desempleo juvenil. Meloni unirá el descontento en el sur de Europa con el flanco oriental de la UE. La lideresa del Partido Conservador y Reformista Europeo desde 2020, apoyó al primer ministro húngaro, Viktor Orban, y votó en contra de una moción en el Parlamento Europeo para declarar a Hungría como una “autocracia electoral”.

Elecciones italianas

En términos generales, su victoria también acrecienta el riesgo de tener un efecto desestabilizador en el corazón de Europa: Francia. Emmanuel Macron perdió su mayoría parlamentaria a principios de este año. Y llevar la política extrema como corriente principal se presta tanto a Marine Le Pen y su frente nacional, como al partido de extrema izquierda Nupes (Nouvelle Union Populaire Ecologique et Sociale) de Jean-Luc Melenchon. El político francés de extrema derecha, Eric Zemmour, aprovechó en tanto la victoria de Meloni para afirmar que su estrategia de "unir" a los partidos de derecha también podría ser beneficiosa para Francia.

La buena noticia para sus antagonistas centristas es que las instituciones italianas históricamente han servido de lastre contra el extremismo político, desde los ataques de la mafia de los años 80 y 90, y hasta el ascenso de Berlusconi.  Y la lista de los candidatos potenciales ministros de Meloni, incluido el de finanzas, deben ser considerados por el Palacio Qurinial y el presidente Sergio Mattarella, un veterano de la política que permaneció en el cargo aparentemente por este motivo, cumplirá la función de contrapeso.  

Elecciones italianas

Algunos analistas italianos apuntan que Meloni se enfrenta a lo que se llama el "acantilado de cristal": cuando una mujer finalmente obtiene un poder significativo, es en un momento de crisis grave, cuando el riesgo de fracaso es mayor. Meloni, como Liz Truss en el Reino Unido, se enfrenta a un empeoramiento de la economía. Se pronostica que el crecimiento se desacelerará a 0,4% desde el3,3% en 2022, según el promedio de estimaciones compiladas por Bloomberg. 
Su gobierno tendrá un margen de maniobra limitado porque tiene que alcanzar los objetivos acordados con Bruselas para obtener los 260.000 millones de euros de desembolsos completos en financiamiento posterior a la pandemia, que fluyen notablemente en la economía de Italia.

También hará malabarismos con compañeros políticos poco confiables y un electorado que ha expulsado a un gobierno tras otro en los últimos 20 años: Meloni encabeza el gobierno número 68 de Italia desde 1946.  Pero la débil elección de la Liga de Salvini, que recibió alrededor del 9% de los votos frente al 30% en 2018, puede fortalecer la mano de Meloni y reducir la posibilidad de inestabilidad en la coalición.  Pero no ayuda a Meloni que su equipo esté poco probado, y compuesto principalmente por familiares y amigos, incluido su cuñado. Y su victoria también se produjo con la participación electoral más baja para una elección italiana desde la Segunda Guerra Mundial.

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Maximiliano Sardi

Maximiliano Sardi

Editor de Internacionales.

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