Esta semana, la reina Isabel II de Inglaterra ha festejado 67 años de su reinado desde su coronación en 1953, siendo la monarca más longeva de la historia. Su reinado a estado atravesado por profundos cambios en el Reino Unido. Sin contar los numerosos escándalos en el núcleo de la familia real a lo largo de los años, que no han llegado a afectar a la propia Isabel II. En el segundo año de la peor pandemia en un siglo, Isabel II ha enfrentado nuevos alborotos en la casa real por parte de su nieto el príncipe Harry, mientras a su vez ha perdido a su esposo. A pesar de esto, Isabel II se sigue mostrando como una jefa de estado que ha sabido salir indemne a todos los cambios del fin un siglo y el inicio del otro.
Jefa de Estado en tiempos de cambio
En la impresionante abadía de Westminster lugar donde históricamente se coronan los monarcas del Reino Unido, un 2 de junio de 1953 se sentaba en el trono Isabel II. En esa época la joven reina asumió el comando de una nación que se encontraba en la transición de un imperio colonial a una potencia en retroceso en el marco de la guerra fría entre EE.UU. y la U.R.S.S. A lo largo de las décadas del 50 y 60 el crecimiento del nacionalismo fomento el proceso de descolonización, donde nacieron múltiples naciones en África y Asia. Muchas de estas nuevas naciones terminaron por mantener a la monarca como jefa de Estado, quien se esforzó en un acto de diplomacia real para sumar la mayor cantidad posible de naciones a la Commonwealth. La Mancomunidad de Naciones que mantiene un lazo político, cultural y comercial con el Reino Unido.
En esa tumultuosa época de cambios políticos, la reina también se vio involucrada en la política partidaria, cuando luego de la crisis del canal de Suez en 1956, dimitió el primer ministro conservador Anthony Eden. Y al no tener los conservadores un sistema formal para elegir sustituto, la reina debió formar una comisión para nombrar al nuevo primer ministro, siendo elegido Harold Macmillan. Esto le valió las críticas a la monarca por influir directamente en el nombramiento de un líder de gobierno. Isabel II ha presenciado durante su reinado desde la incorporación del Reino Unido a la Unión Europea hasta el Brexit, habiendo visto pasar a 15 distintos líderes de gobierno.
La reina debió formar una comisión para nombrar al nuevo primer ministro.
El Reinado de Isabel II también comenzó en momentos donde se producían enormes transformaciones en la sociedad británica, naciendo luego de la segunda guerra mundial el Estado de bienestar. Posteriormente una sociedad tradicional se transformaba en una multicultural de la mano de una revolución sexual en los 60. A estos cambios sociales le siguieron fuertes conflictos obreros en los 70 y la llegada de una economía y sociedad de mercado en los 80. A pesar de todo, la figura de la reina es vista por muchos británicos como un símbolo de estabilidad y continuidad en medios de todos los cambios políticos y sociales que acontecen.
La matriarca de los escándalos
Casada en 1947 con Felipe de Edimburgo, Isabel II tuvo 4 hijos: Carlos, Ana, Andrés y Eduardo. Más allá que el matrimonio de Isabel II y Felipe no ha sido inmune a los rumores de infidelidad, de parte de Felipe. En los 73 años que duró su matrimonio, este fue un ejemplo de estabilidad para el pueblo británico y el resto de las coronas europeas. Pero si bien la prensa británica suele respetar la figura de la reina, no ha sido así con el resto de la familia real, quien se ha visto envuelta en todo tipo de escándalos. Un ejemplo temprano fue el caso de la hermana de la reina, la princesa Margarita, quien tuvo una relación amorosa con Peter Townsend, divorciado y plebeyo quien fue desaprobado por la familia real. Posteriormente Margarita se casó con el fotógrafo Antony Armstrong-Jones terminando en un difícil divorcio años después.
La prensa británica suele respetar la figura de la reina, pero no ha sido así con el resto de la familia real.
El año1992 fue catalogado por la propia reina como un “Annus horribilis” ya que su hija Ana se divorció, mientras que se hizo pública la separación entre el príncipe Carlos y la princesa de Gales, Diana Spencer; mientras que el príncipe Andrés también anunció su separación. Como corolario final de ese terrible año, una parte del castillo de Windsor se incendio.Las malas noticias continuaron cuando en 1997, un año después del divorcio oficial entre Carlos y Diana, ella muere en un accidente de tránsito en París. Esto causó un fuerte rechazo hacia la corona, ya que una parte importante de la opinión pública criticó el trato que se le dio a Diana luego de su separación. Seguido de la frialdad de la propia reina en los funerales de la princesa de Gales. Los escándalos se siguieron sumando cuando en el 2019 el príncipe Andrés fue denunciado por abuso sexual, involucrándolo en una red de pedofilia administrada por el millonario Jeffrey Epstein. Sin embargo, a pesar de los escándalos que rodean a la familia real, la reina se ha mantenido estoica en su credibilidad y legitimidad continuando su actividad ininterrumpidamente.
2021 otro "annus horribilis" para la reina
En 2020 el Reino Unido fue uno de los países más castigados por la pandemia de COVID19 a punto tal, que la reina se dirigió a su nación en un inédito discurso para dar fortaleza a sus súbditos. Más allá de los ríos de tinta escritos por la prensa inglesa acerca del buen estado de salud de la reina a pesar de su avanzada edad, toda la familia real debió ser aislada. No pudiendo evitarse que el príncipe Carlos y el príncipe William contrajeran COVID19 del cual se recuperaron. En el inicio de ese mismo año el alejamiento del príncipe Harry y su esposa Meghan Markle de las responsabilidades de la casa real para vivir en EE.UU, generó una nueva polémica que envolvía a la casa real.
Pero esta polémica se transformó en un verdadero escándalo en 2021, cuando tanto el príncipe Harry como su esposa Meghan dieron una serie de entrevistas en la TV de EE.UU. Donde se hicieron declaraciones explosivas que iban desde que la decisión del príncipe Harry y su esposa de alejarse de la casa real se debía a que no se los había cuidado como necesitaban, hasta sugerencias de racismo por parte de miembros de la casa real. Como si esto fuera poco el 9 de abril de este año, 12 días antes del cumpleaños 95 de la reina, murió de causas naturales Felipe de Edimburgo su compañero de toda la vida. A 67 años de su coronación, la reina y reciente viuda se mantiene sobre todos los ires y venires de la política del Reino Unido, extendiendo un reinado que aún no posee fin a la vista.
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