El reciente triunfo de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, donde renovó su mandato como alcaldesa de la capital española, la posiciona como la principal candidata del PP a las próximas elecciones presidenciales en dos años. Un caso que se repite en Francia e Italia, donde otras mujeres gobiernas París y Roma desde hace un tiempo, consolidando sus figuras dentro de sus respectivos partidos.
Fenómeno Ayuso
La alcaldesa madrileña superó holgadamente a la oposición de centro izquierda en las elecciones de principios de mayo, en las que además duplicó sus votos respecto de 2019, cuando consiguió 30 escaños. “La libertad ha triunfado”, marcó Díaz Ayuso, una ex periodista devenida en política, cuyo perfil y estrategias son seguidos de cerca localmente por partidos libertarios y el ala dura de Juntos por el Cambio.
Opositora a las cuarentenas, en una línea que se emparenta localmente con la de Patricia Bullrich, Díaz Ayuso ganó la batalla en los medios, con una campaña efectiva (un famoso spot en la que se la veía corriendo por las calles de Madrid, haciéndose eco del clamor libertario runner que el año pasado también se hizo escuchar en Argentina) y declaraciones fuertes, reivindicando lo que llama “el estilo de vida madrileño”, en rechazó de las restricciones impuestas por Pedro Sánchez, a quien desafía, buscando convertirse en la principal opción de la derecha para las próximas presidenciales.
“España es otra cosa, señor (Pedro) Sánchez y aquí viene lo mejor de cada rincón del mundo a vivir en paz y libertad. Ser madrileño de Portugal, madrileño de Cuba, de Córdoba, de Chamberí. Gracias a todos por vuestra confianza. Os prometemos dos años de gobierno en libertad, para cuidar todo lo grande que hemos conseguido entre todos”, concluyó en su discurso inaugural.
Hoy, de vacaciones en Ibiza y con nuevo novio playboy, la alcaldesa ya da pistas de sus aspiraciones dentro del espacio, tomando la conducción en breve del PP de Madrid, y luego en lo nacional. “Este es un debate que siempre sobrevuela a la organización pero ahora le toca a la Dirección Nacional decidir los tiempos”, arrojó.
Anne Hidalgo
La alcaldesa de París suena cada vez con mayor fuerza como una posible rival de Emmanuel Macron para las elecciones presidenciales del año próximo. Una promesa que no sólo emociona a los socialistas, pero a las mujeres francesas en general: se convertiría en la primera mujer en ocupar la jefatura de Estado.
De mínima, Anne Hidalgo buscará un resultado que le permita a la izquierda moderada y socialdemócrata, seguir vivos frente a la crecida europea de las derechas: la jefa de la extrema derecha, Marine Le Pen, sería la cara del espacio en un nuevo intento de llegar al Palacio del Elíseo. “No quiero que entremos en la elección de 2022 sin alternativas y diciéndonos que los tres candidatos ya los conocemos.
Hay un riesgo de colisión democrática”, marcó en una entrevista reciente, aludiendo además de Macron y Le Pen, al líder de la izquierda populista, Jean-Luc Mélenchon, quien se rumorea podría dar un paso al costado para apoyar la candidatura de una más moderada Hidalgo, si recibe a cambio ciertos lugares en el gabinete. Por eso la alcaldesa de París marca permanentemente en sus exposiciones el riesgo de que la izquierda europeísta y moderada, franja que engloba a los socialdemócratas y a los ecologistas, no tenga un aspirante a la presidencia.
“El presidente Macron ha liberado un nuevo espacio político en la izquierda al orientar a su Gobierno hacia la derecha, especialmente después de la remodelación ministerial. Así que la izquierda debe dotarse de la organización necesaria para ocupar este espacio”, marcó el socialista François Hollande, antecesor de Macron al frente del gobierno.
Hidalgo, que revalidó su puesto de alcaldesa junio, es la figura con más poder del PS y con mayor proyección pública. En coalición con ecologistas y comunistas (un 72% de sus simpatizantes desearía una candidatura conjunta con Mélenchon), ha hecho de París un escaparate verde ante la urgencia climática y el mundo posterior a la covid-19: una síntesis municipalista de la socialdemocracia con el medioambientalismo.
Virginia Raggi
El casi de Hidalgo es opuesto al de la alcaldesa romana, cuya gestión es criticada e investigada. Y sin embargo, Virginia Raggi es una de las referentes del Movimiento Cinco Estrellas que forma parte además de la coalición de gobierno italiana. E irá por la relección en junio, frente al ex ministro de Economía, Roberto Gualtieri, candidato del Partido Democrático.
“Quiero relanzar la ciudad, Raggi no ha estado a la altura”, planteó Gualtieri en una entrevista para el diario Repubblica, en referencia a la gestión de la actual alcaldesa, iniciada en junio de 2016. La candidatura de Gualtieri es apoyada a través de las redes sociales por exponentes de la centroizquierda, como el expremier Enrico Letta.
Pero Raggi, contaría con la derecha del actual premier, Mario Draghi, y del ex mandatario Giuseppe Conte: "El Movimiento 5 Estrellas tiene en Roma una candidata excelente: Virginia Raggi. El Movimiento la apoya de manera compacta y convencida, en todos los niveles", cerró la discusión en declaraciones para la RAI.
El Movimiento 5 Estrellas (M5S), un experimento político surgido de los intereses de una empresa de comunicación y los impulsos de un cómico (Beppe Grillo), comenzó su verdadero ascenso electoral justamente hace cinco años cuando logró en segunda vuelta, quedarse con la alcaldía de la capital italiana. Pero Roma es una trituradora de políticos.
Y Raggi, primera mujer en ejercer ese cargo, ha perdido desde entonces su luz, aunque se mantenga como la favorita para los próximos comicios ante la falta de candidatos de peso: fue elegida casi el 70% de los votos, y hoy tendría un 26,9% de intención de voto según el último sondeo del diario La Repubblica. En el entorno de la abogada de 42 años aseguran que la victoria le permitirá un reposicionamiento para aspirar a más en dos años.
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