Nueve personas resultaron heridas, tres de ellas de gravedad, en un ataque con apuñalamiento y embestida de automóvil en Tel Aviv, un día después de que Israel lanzara una operación militar a gran escala en la ciudad cisjordana de Jenin. El atacante era un residente palestino de Cisjordania, y Hamas afirmó que el joven de 20 años era miembro del grupo islamista, y que tomó represalias por el ataque israelí.
El agresor condujo una camioneta contra peatones cerca de una parada de colectivos en la concurrida calle Pinchas Rosen, antes de salir de su vehículo para apuñalar a una de las víctimas en el cuello.
La agencia de seguridad nacional Shin Bet, identificó al atacante como Abed al-Wahab Khalila, de la ciudad de As-Samu en el sur de Cisjordania, cerca de Hebrón. Y el comisionado de policía Yaakov Shabtai advirtió sobre el riesgo de que se produzcan otros ataques. Una escalada en el enfrentamiento en el que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, parece dispuesto a ceder ante la creciente presión de sus aliados políticos ultranacionalistas para que responda con dureza a los ataques.
Jenin
La nueva ofensiva israelí ha sido liderada por ataques con aviones no tripulados. Veinte años atrás, la Batalla de Jenin, en 2002, dejó un saldo de más de 50 palestinos y 23 soldados israelíes muertos. Ese ataque ocurrió unos días después de un atentado suicida palestino con bomba, durante la festividad judía de la Pascua, y mató a 30 personas.
La actual operación militar israelí se describe como la más grande en Cisjordania desde que las tropas israelíes entraron en las ciudades palestinas, rodearon el complejo de Yasser Arafat en Ramallahm y sitiaron la Iglesia de la Natividad en Belén. Fueron días violentos en Cisjordania, cuando los tanques israelíes estaban en las calles. Tiempos que regresan. Jenin y Cisjordania se han radicalizado en las últimas dos décadas.
La marginación constante por parte de Israel de la Autoridad Palestina, ha dado paso a una nueva generación de militantes que no pueden ser controlados. Y los funcionarios israelíes advierten que el asalto actual, con 2.000 soldados desplegados, podría durar días.
La redada del lunes 3 se produjo dos semanas después de otro enfrentamiento violento en Jenin, y después de que el ejército asegurara que se había disparado un cohete desde la zona la semana pasada. “Ha habido una dinámica aquí alrededor de Jenin durante el último año”, marcó el portavoz israelí, el teniente coronel Richard Hecht.
El nivel de resistencia armada dentro del campamento durante la última gran incursión israelí en junio, tomó a Israel por sorpresa, con videos que mostraban una explosión que hirió a siete de sus soldados y helicópteros. Eso condujo a la presión de los políticos israelíes sobre el primer ministro Netanyahu, cuyo gobierno está dominado por los colonos de Cisjordania y partidarios para una “operación a gran escala” en la zona ocupada.
Política
Las calles de Jenin estaban desiertas el lunes excepto por las multitudes frente al hospital más cercano, que observaban los tiroteos en la entrada principal del campamento al final de la calle. El humo negro de los neumáticos quemados y los gases lacrimógenos llenaron el aire. Las ambulancias tuvieron problemas para cruzar los puestos de control improvisados. Y mientras las explosiones resonaban por toda la ciudad, los altavoces de las mezquitas resonaban llamando a apoyar a los combatientes.
Un alto funcionario de Hamás, Saleh al-Arouri, llamó a los jóvenes de Cisjordania a unirse a la lucha: “Luchad con todas las armas, con toda vuestra ira y con todos los medios posibles”. Y el grupo Jihad Islámico, respaldado por Irán en Gaza, arengó: “La resistencia se enfrentará al enemigo y defenderá al pueblo palestino y todas las opciones están abiertas para atacar al enemigo”.
La Casa Blanca marcó que defendía el derecho de Israel a la seguridad y estaba monitoreando de cerca la situación. “Apoyamos la seguridad y el derecho de Israel a defender a su pueblo contra Hamas, la Yihad Islámica Palestina y otros grupos terroristas”.
El mismo gobierno israelí ha socavado y marginado a la Autoridad Palestina como un socio de paz plausible y un gobierno viable. Esto ha envalentonado a los grupos armados en Jenin y otras ciudades, incluida Naplusa, y una nueva generación se ha distanciado de la Autoridad Palestina.
A Netanyahu, debilitado ante las protestas a gran escala por su controvertido proyecto de ley de reforma judicial, se lo acusa de hacer una demostración de fuerza como una distracción, en medio de llamados de algunas figuras políticas para suspender las manifestaciones en medio de la operación. Sin embargo, una cosa está clara: reprimir con violencia en Jenin y otras ciudades palestinas, como ha demostrado ampliamente la experiencia de Gaza, no resolverá los problemas de largo plazo.
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