El cáncer suele ser más frecuente en las personas mayores debido a factores biológicos, ambientales y de estilo de vida. El envejecimiento aumenta las divisiones celulares, lo que conduce a la acumulación de mutaciones y a un mayor riesgo de adquirir la enfermedad. Sin embargo, estudios revelaron una tendencia mundial: cada vez se diagnostica cáncer a más adultos jóvenes, a menudo sin antecedentes familiares de la enfermedad.
Según un estudio reciente publicado en la revista BMJ Oncology, la incidencia del cáncer de aparición temprana entre adultos menores de 50 años en todo el mundo aumentó un 79 por ciento entre 1990 y 2019, y las muertes relacionadas con la enfermedad en el mismo grupo aumentaron en un 28 por ciento. La misma investigacion analizó 29 tipos de cáncer en 204 países. Específicamente, el nasofaríngeo, el de estómago y el colorrectal han aumentado entre los adultos jóvenes, según el mismo artículo.
Incluso, en un informe publicado en The Lancet Public Health reveló que las tasas de 17 tipos de cáncer han aumentado de manera constante a lo largo de las generaciones en Estados Unidos, particularmente entre la generación X y los millennials (nacidos entre 1965 y 1996). La Sociedad Estadounidense del Cáncer (ACS) señaló que las tasas de incidencia de cáncer de mama entre las mujeres blancas menores de 50 años aumentaron un 1,4% anual, frente al 0,7% entre las mayores de 50 años entre 2012 y 2021.
Hasta ahora, los factores dietéticos, junto con el consumo de alcohol y tabaco, figuran entre los presuntos culpables, según los informes de BMJ Oncology y The Lancet. La Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad está estrechamente relacionada con el aumento del riesgo de cáncer debido a la inflamación y la desregulación hormonal.
Por otro lado, algunos sostienen que la exposición constante a la luz artificial de aparatos o farolas puede alterar el reloj biológico y aumentar el riesgo de padecer cáncer de mama, colon, ovarios y próstata. Mientras que otras investigaciones han sugerido que una exposición prolongada a la luz por la noche, también puede reducir los niveles de melatonina, favoreciendo la aparición del cáncer.
“Investigadores sostienen que los aditivos de los alimentos ultraprocesados, como emulgentes y colorantes, pueden provocar inflamación intestinal y daños en el ADN. Las alteraciones intestinales están relacionadas no sólo con el cáncer colorrectal, sino también con el de mama y el de sangre”, según la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer en un informe republicado por la BBC Mundo.
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