Thursday 10 de October, 2024

MEDIOS | Hoy 10:24

El escándalo de Pampita y Moritán, y el negocio de separarse

La conductora y modelo facturó en sus redes con la ruptura de la pareja con el ex ministro porteño. Posteos en alza para capitalizar el interés público.

Más allá de ser mujer, madre, modelo y conductora, Pampita es una marca. Una empresa móvil que factura miles de dólares por mes y que vende, por sobre todo, belleza, elegancia, estilo e independencia. Por eso es que su dueña, de manera celosa, cuida su imagen para que nadie la ensucie ni perjudique.

Pampita

El verdadero enojo de Carolina Ardohain no son las supuestas infidelidades de su marido Roberto García Moritán que salieron a la luz, porque ella conoce el paño como pocas. Las hizo y las sufrió. Y con otro interlocutor que no fuese político, como sucedió con Benjamín Vicuña, hasta haría un show que la termine mostrando como buena del cuento. El conflicto real y que la paraliza es el temor a quedar en el ojo de la tormenta como la mujer de un político sospechado de corrupción, y que la Justicia la investigue como sucedió con Jesica Cirio luego del Yategate de Martín Insaurralde. Ese es su pánico. Sus sponsors, sus contratos vigentes y los que tiene que firmar en los próximos meses, cuando visite México y Tailandia, dependen de su conducta intachable. Y no que le suceda como a la ex conductora de “La peña de Morfi”, que debió renunciar a todos sus trabajos por su dañada imagen. Por eso su insistencia en blanquear la fecha de separación. Su equipo de abogados tiene un único objetivo: despegarla de toda sospecha, y por eso era importante dictaminar como el día D el 20 de septiembre. Su silencio también es estratégico, necesita ganar tiempo para saber dónde está ubicada. Algo juega en su favor, Moritán está alineado con el Gobierno de turno y su denuncia por “malversación de caudales públicos" no va a explotar en los medios oficialistas ni en los pasillos de Tribunales como le pasó al ex intendente de Lomas de Zamora, que en Marbella dilapidó su carrera.

Pampita

El efecto dominó que tiró por la borda la imagen de buen marido, padre y político de Roberto García Moritán se inició cuando comenzaron los rumores de un affaire con Marcela Pagano. A ella se le sumaron otras mujeres, pero la estocada letal fue una denuncia por una supuesta contratación irregular de 384 empleados, aunque se estima que ese número ascendería a 700. Ahí Pampita dijo basta y expuso todo lo que tenía guardado. Claro que su apellido le permite seguir facturando y, entre comunicados en su propia cuenta de Instagram, intercaló publicidades varias. Convirtió sus días críticos en un negoción. Cada historia de Pampita en sus redes sociales valdría 5 mil dólares. Ella promedia unas 10 publicidades por semana, por lo que solo habría que hacer cuentas. Lo real es que, mientras ella factura miles de dólares por mes, el sueldo de su marido es de 5 millones de pesos brutos como ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires. Si bien las cuentas cierran y el blanco no registra fisuras, la diferencia de ingresos es abrumadora. El diagrama entonces es el siguiente: por un lado, una de las diez mujeres más exitosas del país, y por el otro, un aprendiz de político que, según los registros, adeuda $1.719.172 de multas varias con su camioneta Toyota SW4.

Pampita

El jueves 26 de septiembre, García Moritán emprendió el operativo mudanza de la casa de Barrio Parque que compartía con Pampita y su hija Ana. Paralelamente a esa cadena nacional que varios medios criticaron por el aspecto derruido del flete, Ardohain publicó una selección de publicidades de una reconocida marca de lentes. Otro negocio redondo incluso en el dolor. Y entre los posteos, dos comunicados: uno para confirmar la fecha de separación y otro para aclarar que no irá a ningún programa a hacer su descargo. Ese mismo día, sus followers pasaron de 7,9 millones a 8,1.

Sin duda, Pampita está viviendo un presente tormentoso con pronóstico reservado, sin embargo, ella se muestra como si fuese su mejor momento. Con su característica sonrisa esquiva a la prensa, evita hablar de su futuro exmarido Moritán. Sus empresas aliadas le exigen, para continuar con lo pautado, la mayor divinidad terrenal posible. Y ella cumple, sabiendo que, por cada comunicado que los periodistas le exijan, ella factura por muchos ceros.

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Mariano Casas Di Nardo

Mariano Casas Di Nardo

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