El histórico acuerdo entre UE y el Mercosur es un hecho significativo en la historia de nuestro país. Abre una oportunidad única de abastecer con productos y talento argentino a un mercado de 800 millones de personas que tiene un ingreso per cápita promedio de 34 mil dólares. Y porque genera calidad institucional, previsibilidad y reglas claras.
Para los vinos argentinos implica un significativo paso, ya que nos permitirá pelear en igualdad de condiciones con nuestros principales competidores del mundo.
Un acuerdo de esta envergadura, también significará un caso de éxito que le da una base de sustento muy relevante para lograr otros acuerdos comerciales con otras potencias del mundo, generando más y mejores mercados, que, a su vez, crearán fuentes de trabajo en nuestro país. Más trabajo y de mayor calidad.
Hemos visto el impacto positivo que genera este tipo de acuerdos, no solo en el beneficio de reducir aranceles e igualar condiciones competitivas con otros países, sino que además generan un incentivo a las inversiones extranjeras en nuestro país, con una mirada de largo plazo. Ha sido un gran logro del Gobierno que llevó a cabo las negociaciones empantanadas durante más de 20 años.
Este acuerdo marca un antes y un después. Que tiene un efecto no menor: el círculo de confianza que se genera con Brasil. A pesar de las dificultades políticas del país carioca con los cambios que se generaron en un lapso muy corto, se logró aunar esfuerzos entre ambos bloques y llegar a un resultado positivo. Y además, marcará un hito en la relación de ambos países. Es el evento más relevante desde la fundación del bloque del Mercosur.
*Presidente de Wines of Argentina y CEO de Luigi Bosca.
por Alberto Arizu*
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