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PERSONAJES | 27-09-2019 14:43

Adolfo Roitman: "Ha caído en mis manos un tesoro"

Antropólogo argentino curador de los rollos del Mar Muerto. El destino, el fanatismo por el fútbol y el documental sobre su trabajo.

Nació en el barrio porteño de Paternal y su infancia fue como la de cualquier chico de barrio. En 1994, con tan solo 37 años, fue designado Director del Santuario del Libro del Museo de Israel y es el curador de la colección de manuscritos del Mar Muerto, uno de los mayores tesoros arqueológicos y culturales de la historia de la civilización que representan el registro más antiguo jamás hallado por el hombre: “Recibí la confianza de un profesor que me incentivó a que me presente para el puesto y me dieron la oportunidad, algunos se podrían haber asustado pero yo hice lo que tenía que hacer y traté de hacerlo de la mejor manera”, cuenta  Adolfo Roitman, quien se recibió de antropólogo y profesor en la UBA, continuó sus estudios de máster en Religión Comparada en la Universidad Hebrea de Jerusalén, donde también obtuvo el doctorado en Pensamiento Judío Antiguo y es rabino.

Mi sensación es que la vida sabía mejor que yo qué era lo que me convenía, porque mi sueño fue siempre ser profesor universitario pero tengo que reconocer que si hubiera sido solo profesor universitario me hubiera aburrido mucho”, señala. En medio de una gira en la cual dio 40 conferencias en 40 días, pasó cuatro días en Argentina para la presentación de “Paternal”, el documental dirigido por Eduardo Yedlin que lo tiene como protagonista.

Roitman está divorciado de su primera mujer, tiene tres hijos, una novia mexicana y una madre de 95 años. Vive en Israel desde 1987 pero siempre recuerda con añoranza a su tierra: “estar en Argentina es volver a casa”. Cómo fue el paso del barrio a Jerusalén y cómo se conecta el fútbol con la fe.

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Noticias: ¿Qué recuerdos tiene de su infancia en Paternal?

Adolfo Roitman: Son de una vida nada fuera de lo normal. Vivíamos en pleno corazón de Paternal, no había nada excepcional que preanunciara lo que después iba a suceder con mi vida, fui al colegio primario y secundario del barrio, iba a la cancha del barrio, era la vida común de un chico que soñaba con alguna vez poder avanzar en la vida.

Noticias: ¿Cómo fue el camino profesional hasta llegar a donde llegó?

Roitman: Mi intención fue ser arqueólogo, siempre me gustó la historia y el mundo antiguo, leía mucho sobre esos temas, en ese momento se estudiaba la carrera de antropología y eran cuatro años en los cuales las tres especialidades se estudiaban de manera paralela: arqueologia, etnografia y folklore, en el quinto año uno se especializaba. Mientras estaba estudiando descubrí un nuevo campo que era el de la etnografía, el estudio de los pueblos primitivos, de la antropología religiosa y me sentí absolutamente fascinado con esos temas, empecé a tratar de entender mi trasfondo y educación judía en función de un nuevo campo del conocimiento que eran las religiones comparadas. En 1977 viajé por primera vez a Israel y descubrí que en la Universidad de Jerusalén se estudiaba lo que quería. Para mi ir a estudiar a Israel era un salto más que geográfico, cualitativo, era cambiar de civilización, como judío siempre había pensado la posibilidad de conocer la realidad israelí pero fundamentalmente el objetivo era académico, poder saltar a otra realidad intelectual. Recibí mi título de Doctor en 1993 y uno de los jueces de mi tesis doctoral me llamó y me dijo que estaban buscando un nuevo curador de los rollos del Mar Muerto, le consulté por qué me podía interesar y él me dijo que creía que tenía que presentar mi candidatura, surgió de la nada, no me especialicé en los rollos, estudié arqueología pero no soy arqueólogo y no tenía experiencia museológica, qué tenía yo de particular para un cargo así. En julio del 1994 me presenté, en septiembre me avisaron que me habían elegido y en noviembre entré en funciones. Mi sensación es que la vida, no importa si es el destino, alguien que está en los cielos, sabía mejor que yo qué era lo que me convenía porque mi sueño fue siempre ser profesor universitario pero si hubiera sido solo profesor universitario me hubiera aburrido mucho, mi personalidad no es solamente para eso.

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Noticias: ¿Cómo convive con la responsabilidad del rol que te toca ocupar?

Roitman: Me siento muy privilegiado y a veces me siento muy abrumado con la responsabilidad, me gusta lo que hago, ya van 25 años, es mucho tiempo y obviamente la rutina, el cansancio, hace mella en cualquier persona, pero todavía siento ese entusiasmo, espero que hasta el último día que tenga que trabajar, sienta pasión por lo que hago, sino no voy a ser feliz.

Noticias: ¿Su familia siempre lo apoyó en su carrera?

Roitman: En ningún momento alguien mostró hostilidad, siempre el miedo natural de los padres era “de qué voy a vivir?”, pero nunca escuché una recomendación desalentadora. Hay que dejar a la vida que haga lo suyo, nosotros queremos adelantarnos a la vida, queremos conocer qué es lo que nos va a pasar y tenemos que dejar a la vida con sus sorpresas, en este caso, la vida fue muy gentil conmigo. La gente me fue alentando a lo largo del camino.

Noticias: ¿Cómo surgió la propuesta de hacer el documental “Paternal”?

Roitman: Fue idea del director, Eduardo Yedlin, hace tres años me escribió un mail para contarme acerca de intención de hacer este documental sobre mi vida y representó una sorpresa, me costaba pensar en que alguien estuviera interesado en hacer una película sobre mi persona, quise convencerlo de que no lo hiciera, siempre me vi como una persona que ha llegado a un cargo importante pero no lo veía como nada excepcional, yo hago mi trabajo y trato de hacerlo de la mejor manera. Soy consciente de que tuve mucha suerte en la vida y que llegué a un puesto que es único en la Tierra, realmente ha caído en mis manos el mayor tesoro cultural del pueblo judío, tengo en mis manos el manuscrito bíblico más antiguo del mundo completo y no hay mayor tesoro cultural para el pueblo judío que ese documento, me ha tocado en suerte a mi, un simple chico de Paternal, no vengo de una familia de alcurnia, no hay nada que podía presagiar esto, más allá de ser un buen alumno, pero ¿cuantos buenos alumnos hay?, pero si alguien ve la película quizás siente: “por ahí me puede tocar a mi...”, obviamente hay que tener capacidad, mucho trabajo y suerte, tengo claro que yo hice lo mío, en Israel tenemos un dicho: “a la suerte hay que ayudarla”, yo la ayudé, dediqué mi vida al trabajo, he estudiado, siempre me he sacrificado. Si mis palabras pueden servir para inspirar a alguien, entonces el proyecto valió la pena.

Se considera una persona muy creativa y un apasionada por su trabajo. Cuando terminó su tesis doctoral sintió un gran vacío pero un profesor le dijo: “Quedate tranquilo que siempre se te va a ocurrir algo”. Y así fue. De proyecto en proyecto, una de sus mayores orgullos es la muestra recientemente inaugurada acerca de los diarios de Ilan Ramón, el primer astronauta israelí que falleció en 2003 producto de la explosión de la cápsula Columbia que regresaba a la Tierra después de dos semanas en el espacio: “Me vino a ver la viuda con los restos del diario personal de su marido y pensé ‘¿qué tengo que ver yo con los temas del espacio?’”. Gracias a su inventiva, logró conectar los diarios con los escritos vinculados al primer astronauta en la tradición de la humanidad que es Enoc, quien, según el Génesis, es “llevado al cielo” por Dios: “en la tradición tardía Enoc aparece viajando en viajes celestiales, lo que hago es comparar lo que Enoc dice que ven sus ojos y lo que Ilan Ramón dice que ven sus ojos a través de la ventanilla de la cápsula, lo que permite es iluminar a través de una perspectiva diferente y novedosa donde se conecta el pasado y el presente”, explica Roitman y agrega: “en el campo museológico se espera de un curador no solamente poner en exhibición un artefacto sino crear nuevas narrativas, nuevos marcos para poder presentar creativamente las historias detrás de los artefactos”.

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Noticias: ¿Cuál es su relación con el fútbol?

Roitman: Es algo que me acompaña desde hace mucho. La gente no me puede imaginar a mi y al fútbol porque piensan que alguien que se interesa por los textos antiguos, la filosofía, tan intelectual, ¿qué puede interesarse en algo tan terrenal como el fútbol?, son esas cosas que a uno lo forman. Todavía recuerdo la primera vez que escuché hablar acerca de Maradona. Con mi finado papá y mi hermano nos hicimos socios de Argentinos Jr. con el único propósito de ir a ver gratis los partidos para verlo a Maradona. Hay una escena de la película en la que encontramos a un almacenero que vive frente a la casa donde vivió Maradona y es un fanático que se compró uno de los antiguos tablones del estadio como si hubiera traído un pedazo del templo de Jerusalén, es un artefacto sagrado, una reliquia religiosa. También soy un enamorado de Messi, son dos extraterrestres. Cuando se llega a ese nivel de excelencia no veo ninguna diferencia entre un gran futbolista o Mozart, Chopin, Baryshnikov, no importa el ámbito, son aquellos que pueden superar su condición terrenal y transformarse en algo casi divino.

Noticias: ¿Se involucra en la realidad política argentina?

Roitman: No voy a inmiscuirme en temas políticos de Argentina porque no vivo acá, pero la sigo, nunca he perdido mi contacto con la Argentina, estar en Argentina es volver a casa, por mis obligaciones me muevo en el hemisferio norte, pero en la medida de lo posible trato de volver. Hoy fui a un café con mi hermano y su mujer y cuando entré sentí el olor al café de Buenos Aires, uno se cría con los olores de donde nació. Sigo la política, está compleja la situación política y económica, pero el mundo es muy complejo, la crisis Argentina tiene características particulares, no creo tener el derecho a opinar acerca de una realidad que no vivo. Lo único que creo es que Argentina merece otro lugar entre las naciones, es un país que siempre ha tenido una gran historia de aportes a la civilización. Ya han podido superar otros momentos difíciles. Hay que ser optimista.

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Mariana Haramburu

Mariana Haramburu

Periodista.

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