Una de las improntas más destacadas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner fue la comunicación. Desde las cadenas nacionales hasta un sinfín de campañas de propaganda. Todas ellas tuvieron un denominador común, Natalia Paratore. Ella fue la locutora oficial entre 2011 y 2015 y su forma de presentar fue tan particular que se ganó el mote de “locutora militante”.
A poco menos de cumplirse un año del fin del mandato de Cristina, Natalia demandó al Estado por más de 7 millones de pesos, ya que alega no haber cobrado por ninguna de las 691 campañas audiovisuales que realizó durante los años mencionados. Su abogado Jorge Martín Irigoyen le comentó a NOTICIAS que su cliente “trabajó durante 4 años como empleada del Estado y no cobró por sus servicios”. Además, el letrado sostuvo que “el monto solicitado no es descabellado porque los honorarios son los estipulados por la Sociedad Argentina de Locutores”.
Según consta en la demanda efectuada, Natalia describe lo arduo que fue su trabajo: “Los pedidos llegaban vía email a cualquier hora, cualquier día de la semana y en cualquier lugar donde estuviese debía proveer el servicio de locución, grabación y edición”. Además el escrito detalla que el Estado no se hacía cargo de ningún costo. “Llevaba conmigo, a donde fuera que me trasladara un equipo portátil de grabación, que tuve que comprar yo misma, ya que en insistentes oportunidades pedí que lo hicieran al área de la Secretaría de Medios, y nunca se efectivizó”, setenció la locutora.
Paratore sostiene que sus reclamos no comenzaron ahora, sino que los planteaba durante el tiempo que trabajó allí. “Manifestaba que no estaba dispuesta a continuar grabando, esto sucedía en periodos diversos, cada uno de ellos terminaba en un planteo prácticamente idéntico, 'tenés que hacerlo, estamos jugados, no hay margen, tiene que salir sí o sí, de algún modo después vamos a solucionar lo tuyo'. Y así la historia de la buena pipa se repetía hasta el cansancio”, sostuvo.
Allegados a Natalia confirmaron que la relación que ella tenía con Cristina era excelente y que su trabajo fue tan bueno que quedó “manchada” y será dificl que pueda trabajar para otro signo político. Igualmente, desde su círculo íntimo sostienen que este reclamo no es político sino laboral.
por Ignacio Altrui
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