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POLíTICA | 05-06-2017 01:10

La viuda de Gorriarán Merlo, muy cerca de Rodríguez Saá

Liliana Scheines es la funcionaria favorita del gobernador y se encarga de los refugiados sirios de San Luis. Paseo por Roma.

Campera de cuero verde y un sombrero azul. Alberto Rodríguez Saá, el gobernador de San Luis, caminó por la Vía Condotti, en Roma, con prestancia y sin temor de llamar la atención. Fue el 19 de mayo a dar un discurso al Vaticano sobre refugiados (la segunda vez que viaja en seis meses), pero se hizo un tiempo para pasear por la calle más famosa de la capital italiana, donde se juntan los locales de Hermes, Bulgari, Armani, Cartier, Luis Vuitton y Prada, entre otros.

Es plena primavera europea, ideal para caminar. Rodríguez Saá no iba solo: lo acompañaron su secretaria privada, Josefina, y la mujer que es responsable de este proyecto de traer sirios que escapan de la guerra a su provincia (pero que las fuentes sindican como que es mucho más que eso: su actual pareja), Liliana Scheines.

La funcionaria es la directora del Comité de Refugiados de San Luis, la responsable exclusiva de coordinar la llegada de exiliados y la mujer que, con su plan, lo ha acercado al Vaticano. Tal es el monopolio que tiene sobre el tema, que cuando este cronista llamó a la gobernación (su conmutador se presenta como la “Autopista de la información”) y pidió hablar con la oficina correspondiente, le pasaron directamente el teléfono celular de la funcionaria: un “comité” unipersonal.

Rodríguez Saá tiene una larga historia con su supuesta nueva pareja. Scheines fue la titular del INADI durante la fugaz presidencia del hermano del gobernador, Adolfo, y luego colaboró con varios proyectos en la provincia. Como directora de la empresa Playground, fue la encargada del diseño del Museo de Historia, entre otras actividades.

Pero lo que más llama la atención del currículum personal de Scheines es que fue pareja de Enrique Gorriarán Merlo, el guerrillero que fue fundador del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Protagonista en 1972 de la fuga de la cárcel de Rawson y del intento de copamiento de La Tablada en 1989. Murió en el 2006 y Scheines lo acompañó hasta sus últimos días.

Más profuso es el pasado amoroso del gobernador. Rodríguez Saá es un seductor full time. Entre sus conquistas aparecen la ex modelo Delfina Frers, las actrices Esther Goris, Leonor Benedetto y la conductora de tevé Anabella Ascar –ex de Ricardo García–, entre otras.

Sobre su presunta relación con Scheines, con quien ya habría mantenido un romance en el pasado, una ex novia del gobernador describe, revelando su modus operandi: “Tienen mucha confianza, están mucho tiempo juntos. ¿También viaja con ella? No hay dudas: es su pareja”.

NOTICIAS se comunicó con Scheines, pero la llamada duró menos de un minuto. La funcionaria comenzó hablando del “corredor humanitario de San Luis”, pero luego alegó falta de tiempo para seguir conversando. No volvió a contestar.

Refugiados. Los primeros exiliados de la guerra de Siria llegaron el 13 de marzo del 2017 a Buenos Aires. Rodríguez Saá no podía esperar a que se tomaran el avión de Aerolíneas Argentinas, la ansiedad era más fuerte. Por eso los fue a buscar en un avión privado.

De hecho, a pesar de que arribaron a las dos de la mañana, él los estaba esperando, vestido de estridentes saco y zapatos rojos, para tomarlos de la mano y sacarse la primera fotografía de un gobernador con inmigrantes sirios.

“Los usa políticamente, los hace desfilar en todos los actos”, se quejan en la oposición del uso político de los refugiados para mejorar su imagen pública. San Luis se transformó, tras esta medida, en el primer “Estado llamante”, una categoría que hasta ese momento solo ostentaban familias y asociaciones sin fines de lucro, alineado con el pedido del Papa.

Transformarse en una provincia que recibe inmigrantes acercó a Alberto al Vaticano. Hacia allí partió para dar una charla en diciembre sobre cómo salvaría familias que peligran en zonas de guerra. El 28 de mayo, seis meses después, volvió a Roma para contar cómo había sido la experiencia de recibir a los primeros refugiados.

En ninguna de las dos oportunidades logró lo que deseaba: la foto con el Papa Francisco. Y, según fuentes eclesiásticas le confirman a NOTICIAS, es casi imposible que lo logre antes de octubre: “El Papa no lo va a recibir antes de las elecciones”, sostienen.

Su contacto en la Santa Sede es el obispo Marcelo Sánchez Sorondo, a quien llegó a través del indescifrable legislador porteño Gustavo Vera. El prelado es quien lo llevó a disertar en el Vaticano e, incluso, visitó San Luis en abril para ver la flamante obra humanitaria de Rodríguez Saá: “Es la única provincia que cumple los deseos de Francisco”, dijo el canciller de la Pontificia Academia de Ciencias en la provincia de los Rodríguez Saá.

En la oposición local aseguran que el interés por la ayuda humanitaria del gobernador es incipiente. De hecho consideran que hay muchos antecedentes que lo ubican en el otro extremo del tema. Recuerdan, por ejemplo, un libro de su tío Víctor Saá que él prologó y reeditó (en su propia editorial) en 1992, donde se decía que los inmigrantes eran la “resaca humana”.

La búsqueda del gobernador por volver a enamorar al electorado es incansable. Hace un mes intentaron instalar un tema en agenda: transformar a Rodríguez Saá en un candidato al premio Nobel de la Paz.

Vestigios de esa campaña trunca quedan en Twitter, donde la senadora nacional por la provincia de San Luis, Liliana Negre de Alonso, lo propuso: “¡Alberto premio Nobel de la Paz por el corredor humanitario a favor de los refugiados!”. La propuesta naufragó. Aún así, la imperiosa necesidad del gobernador por mejorar su imagen continúa.

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